El Bentley Continental GT Speed, como su propio nombre indica, siempre ha destacado aparte de por su acertada combinación de lujo y deportividad, por ser uno de los GT más rápidos del mercado.
Para demostrar de lo que es capaz el nuevo Continental GT Speed, la marca de origen británico se ha ido hasta Australia, cerca del desierto de Outback donde su primo el Porsche 918 Spyder alcanzó los 350 km/h. Ya os imagináis lo que buscaban esta vez, ¿verdad?
El objetivo era demostrar que el Speed, con su descomunal motor W12 de 635 CV y 820 Nm, era capaz de alcanzar la velocidad máxima declarada de 331 km/h en condiciones de uso normal.
Al volante pusieron a una eminencia local, John Bowe, el cual ha ganado seis veces el Campeonato Australiano de Turismos y dos veces los 1.000 km de Bathurst. Actualmente corre además con un Bentley Continental GT3 con el equipo Flying B Racing.
La carretera para batir esta marca fue la Stuart Highway un tramo casi recto de 2.834 km que une Darwin en el Territorio del Norte con Puerto Augusta en Australia Meridional.
Desde octubre de 2013, el gobierno local anunció un periodo de prueba para eliminar el límite de velocidad en los 200 km entre Alice Springs y Barrow Creek.
Así pues, el Bentley saliendo desde parado tardó 76 segundos, durante los cuales cubrió una distancia de 9,4 kilómetros, en alcanzar los 331 km/h. Para que nos hagamos una idea de lo que supone alcanzar esa velocidad, basta con decir que cada segundo recorría 92 metros, el equivalente a un campo de fútbol.
En Motorpasión | El Bentley Continental GT Speed 2014, a Ginebra