Ya hace años que la ubicación de los radares fijos es pública. De hecho, aparece en la página web de la DGT para que cualquiera pueda consultar su localización, y también para que los avisadores de radar puedan realizar su función sin depender de servicios externos. Bien, pues a esto se le va a sumar ahora la ubicación de los radares móviles, que dejará de ser un secreto sólo conocido cuando un flash revela dónde anda la cámara misteriosa.
Realmente no está claro que exista un listado preciso sobre dónde andará cada radar móvil, aunque María Seguí ha explicado que el listado se facilitará también a las empresas que comercializan avisadores de radar. Por el momento, la DGT publicará de forma periódica la relación de los 1.200 tramos de carretera donde se intensificará la vigilancia de los límites de velocidad. Y en este sentido, en el de la vigilancia de la velocidad, hay más cambios interesantes:
- Tal y como se anunció hace más de un año, se trasladará una buena parte de los radares fijos de las autopistas y autovías a las llamadas carreteras secundarias, que son las que aglutinan el 80 % de los siniestros viales con víctimas que se registran fuera de zona urbana.
- Buena parte de esos radares destinados a carreteras de segundo y tercer nivel serán radares de tramo, lo que reducirá la conocida picaresca de pegar un frenazo ante la cámara, ya que será la velocidad media la que se evalúe para determinar si debe o no formularse una denuncia.
- No aumentará el número de radares en total, aunque recordemos que desde que entró Seguí a hacerse cargo de la DGT, sí que se recuperan para el control de velocidad todos aquellos radares que se encuentran fuera de uso por avería.
- Los radares serán capaces de distinguir el tipo de vehículo que circula por la vía, de manera que le aplicarán las limitaciones de velocidad que le correspondan en cada caso.
- Se aprovechará la reordenación para unificar criterios en cuanto a los márgenes de error de los radares. El umbral de tolerancia será de 7 km si la velocidad del vehículo es inferior a 100 km/h, y del 7 % por encima de esa velocidad.