Quedarse con el coche retenido en un atasco no sólo es un drama, sino que da pie a observar los comportamientos más calamitosos. El usuario de Twitter @Tontero_ ha recopilado en un hilo los personajes más carismáticos de un atasco. Esos que podríamos ser cualquiera de nosotros. O no.
Dentro hilo
EL RESIGNADO
— Tontero (@Tontero_) October 6, 2021
Lo de todos los días, tiempo de vida irrecuperable, si usara este tiempo para hacer deporte estaría más fuerte que el vinagre. No queda otra, a esperar. pic.twitter.com/pvb8z3WUbY
Vivimos atascados. Dicen las estadísticas que, por culpa de los atascos, nuestros tiempos de desplazamiento se incrementan en un 15 %, aunque en Barcelona (22%), Granada (20%) y Santa Cruz de Tenerife (18%) la cosa está peor. El estoicismo se revela en estos casos como fórmula ideal para la supervivencia.
EL SACAMOCOS
— Tontero (@Tontero_) October 6, 2021
Aprovecha cualquier parón para urgar cualquier cuerpo extraño en su nariz. Lo mira, lo tira, busca otro. Más entradas sacadas que las que ponen a la venta en el Santiago Bernabeu. Los cerdos son más limpios. pic.twitter.com/DDLOkAthrW
Llevar a cabo una higiene nasal diaria es muy saludable. Evita congestiones, infecciones, mejora el descanso... Sin embargo, entre las recomendaciones de los expertos no figuran las prospecciones digitales como método de limpieza.
EL QUE DESAYUNA
— Tontero (@Tontero_) October 6, 2021
Sale con prisa de casa, con el termo y un croissant, o lo que pille. Menos mal que hay atasco. Bocado, traguito, arranca, para. Todo el asiento lleno de migas. Atragantado todo el día. La mancha de café que no falte. pic.twitter.com/ZmoY29jyEX
Comer en el coche no está prohibido de forma expresa, pero es una actividad que forma parte del amplísimo abanico de posibilidades que brinda el artículo 18 del Reglamento General de Circulación, ese que dice:
"El conductor de un vehículo está obligado a mantener su propia libertad de movimientos, el campo necesario de visión y la atención permanente a la conducción, que garanticen su propia seguridad, la del resto de los ocupantes del vehículo y la de los demás usuarios de la vía".
EL LIMPIADOR
— Tontero (@Tontero_) October 6, 2021
El de la gamuza en el coche. Ve una mota de polvo, la quita. Uy que se empaña, la gamuza al cristal. Herencia de los coches de los 80 que se desempeñaban a mano. Enemigo de los que desayunan. Cuando llegan a casa le pasan el plumero al coche. pic.twitter.com/7mR3RiHLb0
Antagonista del tragaldabas, el limpiador compulsivo del coche es enemigo del polvo, los ácaros y las malas pulgas en general. De cara a la circulación, presenta el mismo problema que el comilón, así que cuando el tráfico se desatasca y los coches reanudan la marcha, tarda un poco más en reaccionar. Además, se enfada mucho si le pisan lo fregado.
Y en calidad de relacionado con los anteriores tenemos...
EL EMPANADO
— Tontero (@Tontero_) October 6, 2021
Se queda pensando en su existencia, no se da cuenta que la fila ha arrancado, todos le pitan. Mete primera y arranca. Vuelta a lo mismo. Más empanado que un cachopo. Pensando un tuitazo. Nada. pic.twitter.com/gAhoQn9nIT
Artículo 2. Usuarios.
Los usuarios de la vía están obligados a comportarse de forma que no entorpezcan indebidamente la circulación ni causen peligro, perjuicios o molestias innecesarias a las personas, o daños a los bienes.
Nada más. Bueno, sí: todo esto.
EL QUE SE ECHA UNA SIESTA
— Tontero (@Tontero_) October 6, 2021
Escisión del empanado. Durmió tan mal intentando matar un mosquito por la noche, que se le cierran los ojos. Ni la música le despierta. Esta noche me acuesto antes. No hay forma. Dormilón frustrado. pic.twitter.com/KO1dwUvMRx
Evolución, más que escisión, del empanado.
Fuera de bromas, el sueño en la conducción es un problema bien gordo que tenemos encima como sociedad. Aunque hay remedios y consejos para evitar que nos dé un buen disgusto cuando estamos al volante.
Y como vivimos en un mundo de contrastes...
EL FITIPALDI
— Tontero (@Tontero_) October 6, 2021
Lo suyo era la Fórmula 1. Hace más zig-zag que Fernando Alonso cuando calienta neumáticos. Espera cualquier hueco para meterse. Al final avanza igual que tú. Piloto frustrado. pic.twitter.com/w018vcnZnh
En Latinoamérica utilizan un verbo encantador para definir el movimiento compulsivo de cambio de carriles: culebrear. No sirve de nada positivo, y sólo ayuda a entorpecer aún más el tráfico porque ocasiona frenazos de todo tipo. Pero el Fitipaldi es un obsesivo cortoplacista que no ve más allá de sus narices, aunque crea que sí. Estratega frustrado.
EL ACELERADO COMECULOS
— Tontero (@Tontero_) October 6, 2021
Cuando se te acerca uno de estos, notas su aliento en tu nuca, no ves ni la matrícula en el retrovisor. Mide el 0 a 100 de su coche. Pega un frenazo para no comerte. Hay besos negros que se hacen desde más lejos. pic.twitter.com/3Pgvp8PbsP
Hermano gemelo del anterior. Separados al nacer, y se van buscando. A toda hostia, que la vida son cuatro días y uno lo pasamos durmiendo.
EL ESTRESADO
— Tontero (@Tontero_) October 6, 2021
No deja de mirar la hora y resoplar. Llega tarde al trabajo. Pita. Se asoma por la ventanilla a ver si ve qué pasa. Vuelve a mirar el reloj. Pita. Vuelve a resoplar, vuelve a pitar. Grita. pic.twitter.com/le3fccOjNN
Ah, el claxon... Esa útil herramienta que, con sólo utilizarla, soluciona todos los problemas del conductor...
EL MÚSICO
— Tontero (@Tontero_) October 6, 2021
Sube la música a todo volumen. Da golpes al volante como si supiera qué hace. Ringo a su lado es un principiante. Motivado. Mueve la cabeza al ritmo de la música. Si se sabe la letra, también es cantante. Polifacético pero mal. pic.twitter.com/aBh9UxlSko
Compartir es bueno. Así nos lo enseñaron cuando éramos niños y nos creíamos Gollum en posesión del Anillo Único. Sin embargo, hay cuestiones que no deberían trascender el habitáculo. Sobre todo, si el conductor es fan de J Balvin.
EL PADRE/MADRE
— Tontero (@Tontero_) October 6, 2021
Lleva a los niños detrás, no paran de preguntar cuánto falta. Se hacen pis. ¿Queda mucho?. ¡Mamá, Paquito me ha quitado el juguete!. ¡Papá, Purita me ha hecho burla!. Cultivando la paciencia. Da brazadas por detrás intentado agarrar un retoño, el que sea. pic.twitter.com/Zh9kI46Qvi
Herodes es la solución, en ocasiones. Y si este remedio no resulta factible por el motivo que sea, quizá una mampara de protección pueda ser de ayuda (atención: el enlace es de afiliados, y si ahora de repente te compras esa mampara, nosotros nos llevamos una pequeña comisión).
En cualquier caso, cabe recordar que el resto de la Humanidad no tenemos la culpa de la escasez de métodos anticonceptivos en casas ajenas.
LA QUE SE MAQUILLA
— Tontero (@Tontero_) October 6, 2021
La oportunidad perfecta, va en busca de atascos, salió sin pintar ni peinar. Tiene en su pequeño estuche, 43 brochas, 9 coloretes y 25 sombras. Dominio del eyeliner en el espejo retrovisor. Menos mal que le ha pillado el atasco. pic.twitter.com/JKIhaZyFud
Maquillaje, afeitado, lectura de libros enteros... I've seen things you people wouldn't believe. El ser humano no ceja en su intento de compatibilizar con la conducción actividades que son incompatibles con la conducción, debido a cómo funciona nuestro cerebro. Pero eh, ahí los tienes, felices de la vida.
Casi tan felices como EL GANADOR de toda esta lista de conductores clásicos de los atascos. Voilà:
EL DEL MÓVIL
— Tontero (@Tontero_) October 6, 2021
Aprovecha cualquiera parón para responder al WhatsApp. Escribe un tuit, sube una foto al Instagram y habla por DM. Como le pille la poli se caga. Es el que provocó el accidente que formó el atasco. pic.twitter.com/cwdfOwoRgd
Porque... ¿quién no ha soñado con verse 'El juego del calamar' en un atasco? Nah, es broma. No sólo molestarías al resto de los conductores cuando se reanudara la circulación, sino que la DGT se ha puesto muy seria con este tema, y de aquí a nada va a proporcionar severos castigos a los infractores.
Foto | Preillumination SeTh