La policía de Minneapolis ha detenido el pasado 20 de septiembre a un niño de 10 años que condujo un Hyundai Sonata robado a través de un parque infantil lleno de niños a proximidad de una escuela. En el vídeo de seguridad, hecho público por la policía, se puede ver cómo el coche llega lanzado a través del parque y hace varias pasadas, cada vez más cerca de los columpios y los niños. En una ocasión, estuvo a punto de atropellar a una niña.
El joven, que ha ingresado en el centro de detención de menores como sospechoso de agresión en segundo grado, conducción temeraria y posesión de objetos robados, es ya un viejo conocido de los servicios de policía. No es su primer roce con la ley. Ni tampoco el segundo. De hecho, tiene un historial de encontronazos con la policía más largo que un día sin pan, que recuerda al 'Vaquilla'.
Un patrón inquietante
No es la primera vez que roba un coche. Según la policía, uno de los robos de coches se produjo a finales del año pasado, cuando tenía 9 años y medía poco más de 1,50 metros en ese momento. No sabemos si usó un cajón o una caja como hacia 'El Vaquilla' a su edad.
Según el jefe de policía Brian O'Hara, el niño de 10 años también ha sido acusado de amenazas de violencia y tentativa de robo de vehículo por un incidente ocurrido en agosto de este año. Al parecer, el niño amenazó a una automovilista en un Kia con un cuchillo diciéndole “te voy a destripar”. El chico ha tenido ya al menos 30 encontronazos con la policía desde mayo de 2023.
Según el Minnesota Star Tribune, el chaval ha sido arrestado al menos dos veces en el pasado por delitos relacionados con el robo de coches y figura como sospechoso en más de 12 casos criminales abiertos, incluyendo robo de coches y asalto con un arma de fuego. Uno de los robos de coches de los que se le acusa ocurrió cuando sólo tenía nueve años, curiosamente, es la misma edad con la que El Vaquilla empezó a robar coches.
En declaraciones a los medios de comunicación locales, la madre del niño dijo que no sabe por qué ha empezado a robar coches.
“No sé por qué lo hace”, dice. “No viene de un mal hogar. Soy madre soltera. Su padre falleció. Son los niños mayores de la comunidad los que lo meten en eso. Está traumatizado por esos niños mayores. Quiero que mi hijo reciba ayuda. Es un niño de 10 años”.
“Es inconcebible que un niño de 10 años se haya visto implicado en este nivel de actividad delictiva sin una intervención eficaz”, añadió O'Hara. “La cárcel no es una opción aceptable para un niño de 10 años. Pero los adultos que pueden detener este comportamiento deben actuar ahora para ayudar a este niño y a su familia”.
Dicho de otro modo, que alguien, quién sea, haga algo antes de que vaya a más y ya no se pueda hacer nada.
