La seguridad vial desde el Congreso: esto es lo que ocurre cuando se juntan la política y la voz de las víctimas
La jornada 'Factor humano causalidad accidentes de tráfico', celebrada en el Congreso de los Diputados, sería difícil de condensar si no fuera porque el mensaje general de los allí presentes se resume en varias frases estrella.
La primera es "España es el mejor país del mundo", no solo por nuestras infraestructuras, sino por la relación entre el número de conductores y accidentes que hay. La segunda es que el accidente no es accidental: el ser humano es el principal causante con o sin víctimas mortales. Pero el gran olvidado fue el factor estado de las vías, y también hubo una gran elipsis en dar una representación más digna a las víctimas de los accidentes de tráfico.
Las mejores redes de carreteras del mundo, aquí
Esta jornada, calificada como "única" por incluir en el debate a la sociedad civil, fue inaugurada por la presidenta del Congreso de los Diputados, Ana Pastor, que con su discurso marcó la línea de lo que iban a ser el resto de declaraciones. Unidad, apoyo en la concienciación de la seguridad vial, importancia de la investigación científica, y que el factor humano incide en un 70% en los accidentes de tráfico. Durante la crisis, España fue el país europeo que más recortó en I+D.
En la jornada había representación del cuerpo de la Guardia Civil, calificados como "la envidia del mundo entero", al que se han dedicado varios aplausos por su labor, y que han sido ovacionados por ser un poco "incomprendidos", en palabras de Ana Pastor.
El exdirector General de Tráfico, Pere Navarro, comenzó su ponencia con el mensaje 'Spain is the best' aludiendo a que ocupamos el cuarto puesto en el ranking de la Unión Europea en cuanto a nuestras carreteras, solo por encima de Suecia, Reino Unido y Holanda. Navarro apoyó su declaración afirmando que, si tenemos en cuenta los millones de turistas de alquilan coches y tienen accidentes, tenemos un porcentaje relativamente bajo de accidentes, incluyendo los 3.000 millones de desplazamientos en motocicleta que se dan en el país.
Navarro hizo un ejercicio de introspección al confesar al auditorio que los smartphones le tienen "alucinado" y que ahora incluso hay pantallas inteligentes en los coches. Su punto estaba en que eso de la tecnología y los coches eléctricos está bien, pero que si nos perdemos en esos temas acabamos dejando de lado lo que realmente importa "como hacen en Francia": la seguridad vial.
También declaró que la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil es "la envidia del mundo entero" y la empresa con más motocicletas, comentario que aprovechó para enlazar un dato: el 20% de las vías llevan el 80% del tráfico, por ello es tan importante mejorar la convivencia entre vehículos, motocicletas, peatones y ciclistas, sobre todo en las ciudades. Y es que es aquí donde se producen la mayoría de accidentes mortales.
La intervención de Navarro también sirvió para poner sobre la mesa el problema de organización administrativa de la seguridad vial que existe en España: "La DGT no puede poner una señal de tráfico ni establecer límites de velocidad de manera independiente y eso tiene que cambiar".
¿Fotos de accidentados durante la ponencia sobre accidentalidad? No
La presidenta de Stop Accidentes, Ana Novella, empezó su discurso de forma muy diplomática, quizá para entrar con buen pie en el chorreo de críticas que iba a dirigir a los allí presentes. Novella aludió a la reforma del Código Penal de 2015, que acarreó la despenalización de muchos de los accidentes de tráfico. "Ahora puedes matar y puede que no pase nada porque han desparecido los juicios de faltas. Por eso tenemos que mostrar nuestra absoluta desaprobación a la reforma del Código Penal". Y las sonrisas se borraron entre los ponentes.
Novella afirmó que la concepción de lo que es una alta tasa de alcoholemia podía cambiar dependiendo del juez que llevara el caso, y añadió: "Quería que se proyectaran en la pantalla durante mi intervención imágenes de accidentados pero me han dicho que había problemas técnicos". Los problemas técnicos no ocurrieron con otros ponentes de la mañana.
No solo Novella insistió en la necesidad de establecer un número mínimo de horas lectivas y prácticas en las autoescuelas. Durante la jornada se subrayó la necesidad de regular la obtención del carnet de manera que no sea posible dar seis clases y obtenerlo, sino que se realice un verdadero proceso de aprendizaje. Algo realmente importante.
La presidenta de Stop Accidentes concluyó con una pregunta: ¿Se tiene interés en juzgar y perseguir las imprudencias la volante con resultados desastrosos?
Una historia real entre mucha irrealidad
El casi único momento en el que se mostró la cara más despiadada de los accidentes de tráfico no tuvo mención especial ni espacio en el programa. De hecho, al vicepresidente de la Asociación de Prevención de Accidentes de Tráfico, Vicente Sánchez, se le permitió hablar "de manera excepcional" durante tres minutos.
Su hijo perdió la vida hace más de 20 años debido a unas carreras ilegales de motos celebradas cerca de su casa y que había denunciado en varias ocasiones. Después del fallecimiento, la Guardia Civil se personó y en una tarde esas carreras se terminaron, pero ya era tarde.
Su mujer, sentada a su lado, no podía contener las lágrimas. "Ya que les pagan por sentarse ahí, hagan algo", rogó a los presentes. Al presidente de la Comisión no le gustó el tono: "He sentido el arponazo", se lamentó.
La culpa no es del empedrado
Podemos resumir la intervención del director de Seguridad Vial de RACE, Tomás Santacecilia, en dos puntos (el segundo curioso cuanto menos): la necesidad de la renovación del parque automovilístico ya que el 50% tiene 12 años, y que se cree cultura para fomentar el uso de autopistas de peaje "porque allí no entran animales que se puedan atropellar".
Por su parte, el portavoz de Ponle Freno, Chema Quesada, afirmó con una sonrisa: "en España le echamos la culpa al empedrado". Y lo remataba diciendo que en España tenemos las mejores carreteras aunque nos queda la materia pendiente de las vías secundarias, donde precisamente se producen la mayoría de accidentes. Paradójicamente, Ponle Freno relanzó en 2016 su campaña para denunciar las vías y señales y mal estado, de las que no habló en el Congreso.
La subdirectora general de SAMUR Madrid, Isabel Casado, añadió una voz que enriqueció por el momento el escaso debate, subrayando la necesidad de que los médicos de urgencias deben estar formados y especializados. "No todos los hospitales tienen capacidad para atender a un accidentado grave debido a las lesiones tan concretas que tienen". Y añadió: "Deberían existir hospitales monográficos".
El verano, la estación más negra
La intervención del presidente de FESVIAL, Luis Montoro, estuvo plagada de datos extremadamente interesantes. El coche y las carreteras también son factores humanos, y la incidencia de errores en los carteles informativos influyen en la accidentalidad. Destacó que precisamente, la letra minúscula es la más legible y que se tiende a escribir las señales con mayúsculas:
"Las leyes de tráfico no tienen ideologías, solo ciencia".
Los veranos de 2006 a 2015 (junio, julio, agosto y septiembre) dejaron un total de 9.251 personas muertas, 444.000 heridas y 44.000 son secuelas permanentes, lo que indica que el verano es la peor estación en cuanto a accidentes en carretera. Estos accidentes han supuesto entre 40.000 y 50.000 millones a las arcas de Estado.
Entre los factores de riesgo, Montoro destacó:
- Poner una toalla o funda sobre el asiento: aumenta el riesgo de sufrir el efecto submarino.
- Discutir mientras conduces. Todos sabemos lo que implica.
- Conductores ocasionales: tienen un 40% más de probabilidades de tener un accidente por falta de práctica.
- Los viajes en grupo: aumentan las maniobras más mortales, que son los adelantamientos por miedo a separarse del otro vehículo.
- Medir el trayecto en horas en vez de en kilómetros: nos impone un tiempo que creemos que debemos cumplir.
- Fatiga: la percepción es muy baja, pero aumenta el tiempo de reacción y las distracciones.
- Atascos: aumentan estrés y agresividad.
- Peores horas para conducir: entre las 14 y las 16 horas y las 2 y las 5 de la madrugada.
Un cierre contra la tiranía del smartphone
El director general de Tráfico, Gregorio Serrano, cerró la jornada sin aportar nada que no se hubiera dicho ya. Destacó su perspectiva de la red de carreteras en Latinoamérica: "Están como España en el 89, y por eso debemos ayudarles". Panamá hubiera sido un mal ejemplo para ilustrarlo, ya que es uno de los líderes latinoamericanos en infraestructuras. El tono general fue triunfalista. 1.161 víctimas en 2016 no parecen poder competir con el mensaje "España es la mejor".
Por desgracia, en España no gozamos de carreteras en tan buen estado. En mayo de 2016 los medios se hicieron eco de que el estado de conservación de las carreteras es deficiente, y según un informe de la Asociación Española de la Carretera (AEC, ausente en la jornada) la red viaria suspende. Estamos involucionando, y, de hecho, el indicador territorial del estado de los firmes sólo aprueba a dos comunidades: Extremadura y País Vasco. En el otro extremo se encuentran Asturias y La Rioja, con un estado muy deficiente de sus carreteras. Es el pavimento el que acumula el 94% del total del déficit de mantenimiento, al que hay que añadir un déficit de inversión.
Los puntos negros en España
La AEC estima que para que el estado de conservación del pavimento transforme su calificación en un aprobado deberá invertirse como mínimo unos 6.617 millones de euros, cifra de déficit (entre 2013 y 2015 se ha incrementado en un 7%) que acumula en total todas las infraestructuras viarias de nuestro país.
El desgaste del pavimento es especialmente crítico en las calzadas autonómicas ya que han empeorado en un 11,5% en comparación con 2013 mientras que las vías estatales tan solo registran un 4%. Esto supone que el total acumulen el 94% del déficit por lo que la mayor parte de la inversión debería ir destinada a esta partida. Y es que para poder alcanzar su tasa de reposición habrá que invertir 6.217 millones de euros (1.917 millones en la Red del Estado y unos 4.300 millones en la Red Autonómica) en el conjunto de las carreteras españolas.
Otro tema aparte tiene que ver con los impuestos. “Los conductores europeos merecen un trato mejor por su contribución”. Esa fue la premisa que se arrojó en el análisis de la campaña RACE- FIA sobre la aportación de los conductores a las arcas del Estado. También, que los ingresos procedentes del transporte por carretera son muy superiores al importe necesario para cubrir los costes de infraestructura de las carreteras europeas.
Es decir, los automovilistas pagan mucho más de lo que reciben, sobre todo en la mejora de las infraestructuras. Si se traduce en el porcentaje de impuestos que deberían usarse para la conservación de las vías y no se utiliza, es del 38%.
Como conclusión, se trataba esta de una jornada interesante, aunque sin apenas voces de los que han sufrido en sus carnes el horror de perder a alguien o de verse postrados en silla de ruedas con dolores crónicos. Los accidentes no son accidentales, pero a veces se pueden evitar. Los puede evitar el Estado, y los podemos evitar nosotros.