El destrozo de radares en Francia a manos de los chalecos amarillos ha supuesto ya una pérdida de 660 millones de euros para las arcas del país vecino, según relata el diario francés Les Echos, que ha tenido acceso a los datos que maneja el Gobierno galo. Además, el Ejecutivo de Macron denuncia un aumento de la mortalidad vial de un 17 %, y vincula este repunte a la pérdida de radares, cargando con dureza contra el movimiento social nacido en 2018.
Los radares de tráfico, como herramienta de financiación del Estado
Casi el 75 % del parque de radares ha sido "destruido, dañado, atacado o neutralizado", en palabras del ministro del Interior de Francia, Christophe Castaner. Esta pérdida ha tenido consecuencias significativas en el presupuesto de la AFITF, la agencia que financia las infraestructuras viarias en Francia.
Según los cálculos del Gobierno de la República de Francia, los radares han dejado de proporcionar a las arcas 209 millones de euros en 2018 y 455 millones en este 2019, lo que suma 664 millones de euros que el Estado no ha percibido.
Estas cifras se basan en estimaciones de ingresos con un parque de radares plenamente operativo. En la actualidad, con una parte de los radares en reparación, podría ser que los números definitivos difirieran de los calculados hasta la fecha.
Para hacer frente al problema en 2019, el Ministerio de Acción y Cuentas Públicas ha revisado a la baja el presupuesto de la AFITF, recortándolo de 2.683 millones a 2.483 millones.
Más muertes en la carretera, un debate que arde en Francia
Le radar sur la voie rapide entre Riom et #ClermontFerrand est couvert d'un gilet jaune https://t.co/MHKLBwatht pic.twitter.com/l7RoLaT9p6
— La Montagne (@lamontagne_fr) 12 de noviembre de 2018
El repunte de las muertes en carretera es otro polo del debate abierto por el Ejecutivo francés. Según datos de Christophe Castaner, se ha constatado un incremento de los excesos de velocidad de un 30 % y, como consecuencia de la inutilización de los radares, defienden fuentes ministeriales, se ha producido un aumento del 17 % de los siniestros viales con resultado de muerte, mientras que la siniestralidad vial en general ha crecido en un 22 %.
Cabe recordar que las políticas de prevención vial de Francia están fuertemente ligadas al control de la velocidad de circulación, de manera que en el discurso oficial esa relación causa-efecto es prácticamente una obviedad que Emmanuel Barbe, delegado interministerial para Seguridad Vial, argumenta con "más de 500 estudios a nivel mundial" al respecto.
Y las políticas que sigue España en este sentido se inspiran en el modelo francés, aunque el original resulta bastante más duro con los infractores. Si para 2018 la previsión de ingresos por multas de radar se situó en 928 millones en el país vecino, en España el presupuesto lleva años estancado en los 356 millones, contando con todas las infracciones. Francia tiene un censo de 42 millones de conductores, frente a los 27 millones que hay en España, y sólo con radares triplica de largo el presupuesto de nuestro país en sanciones de tráfico.
Siendo así las cosas, el destrozo de radares en Francia es ya un asunto que utiliza el Ejecutivo de Macron para criticar a los protestantes, cuyo comportamiento ha sido calificado de "inadmisible" por el propio presidente de la República Francesa, al vincular las acciones violentas de los chalecos amarillos con el aumento de la siniestralidad en carretera.
Différence entre un bon #giletjaune et un mauvais ?
— Wait And See (@WaitAndSee75) 22 de noviembre de 2018
🤔
Le mauvais gilet jaune, il bloque. Tout. Rond-point, autoroute, centre commercial, péage, ponts.
Le bon gilet jaune, il enlève son gilet.
Et il l'enfile sur un radar fixe 😁😈#giletsjaunes pic.twitter.com/lhbRZN0KQV
¿Diferencia entre un buen y un mal 'chaleco amarillo'? El mal 'chaleco amarillo' lo bloquea todo. Rotonda, autopista, centro comercial, peajes, puentes. El buen 'chaleco amarillo' se quita el chaleco y lo pone en un radar fijo.
El debate está que arde en Francia, donde la responsabilidad de las muertes en carretera se ha convertido ya en arma arrojadiza. Si para el Gobierno está claro el papel de los chalecos amarillos, la población mantiene un pulso entre defensores y detractores de esta posición, además de poner el acento en los conductores que aprovechan la ocasión para conducir de forma temeraria.
Por su parte, el abogado de chalecos amarillos Philippe de Veulle explica que muchos radares están tapados con bolsas de basura, por lo que no se puede achacar directamente esas inutilizaciones al movimiento que representa.
Foto: Christophe Jaunet