Así por las buenas, en Texas están a punto de aprobar una ley que dice, literalmente “un municipio no podrá implantar u operar un sistema de control de tráfico automático con respecto a una vía rápida bajo su jurisdicción”. Así que todos los aparatos como los radares estarán prohibidos, y desaparecerán por ley de las carreteras de ese estado de EEUU.
Esto no se yo si es bueno o malo. Al fin y al cabo, no significa que terminen las multas por exceso de velocidad en las carreteras, y no creo yo que esa misma medida tuviera un buen efecto en España, pues si ya se corre con radares y fotomultas, qué se haría sin ellos.
La razón para quitar los susodichos radares es porque se han dado cuenta del afán lucrativo de las autoridades con el tema, que no tiene nada que ver con el propósito de servir como elemento disuasorio para los excesos de velocidad. ¿No es de eso de lo que hablamos aquí?
