Y ya van tres campeonatos de constructores para BMW y tres de pilotos para el inglés Andy Priaulx, aunque esta vez no sin cierta dosis de suerte.
En la primera manga de la última carrera a disputar en Macao, el piloto de Seat Yvan Muller iba líder con Priaulx noveno, lo que le ponía el mundial prácticamente en bandeja. Pero a una vuelta del final se quedó tirado por un problema en la alimentación de combustible, lo que le hizo perder todas las opciones, al no tener tiempo suficiente para una reparación antes de la segunda manga, y darle la octava plaza a Priulx con la consiguiente pole para la siguiente carrera.
A partir de ahí, todo fue coser y cantar para el triple campeón del mundo, mientras Seat se sumergía en un valle de lágrimas ante la cercanía y pérdida de lo que hubiera sido un gran éxito de marca.
Fuente | BMW