Las dificultades de sacar una sola foto buena en el segundo día de prensa del Salón de Ginebra
Como bien sabéis, los salones del automóvil de todo el mundo suelen abrir sus puertas a la prensa uno o dos días antes de la apertura oficial al público, precisamente para que sean los medios de comunicación los primeros en conocer las novedades y tengan libertad de movimiento para hacer su trabajo. Ahora bien, tenemos la sensación de que cada día estas jornadas están más masificadas.
¿Por qué decimos esto? Pues porque acabamos de volver del Salón de Ginebra, y el segundo día de prensa ha sido un "sálvese quien pueda" por la cantidad de gente que copaba los pabellones de Palexpo, donde se celebra este reunión anual del motor. Fotografiar algunas de las novedades ha sido casi misión imposible. ¿De dónde sale tanta gente?
Hace unos meses, tras volver del Salón de Detroit, os contamos que este tipo de citas con el automóvil son el momento ideal de los fabricantes para espiar a la competencia, lo que significa que, además de los periodistas, fotógrafos y cámaras de medio mundo, también hay muchísima gente de las marcas que no se quiere perder detalle de lo que hacen los demás.
Uno podría pensar que, por supuesto, es lógico que haya semejante cantidad de gente en una cita tan importante como Ginebra. Y es cierto que hay cientos de medios de todo el mundo, la mayoría con varios representantes allí presentes, pero los problemas, o más bien las dificultades a la hora de trabajar, no vienen de que haya mucha prensa o trabajadores de los diferentes fabricantes haciendo su trabajo. Es más bien que también hay mucha gente que no está precisamente trabajando.
Esto ha sido especialmente evidente durante la segunda jornada de prensa del salón suizo, donde hemos podido ver mucho "paseante", imaginamos que personajes VIP, clientes y posibles clientes de las marcas o invitados, además de otros profesionales del sector como concesionarios, talleres, etcétera.
La era del postureo también ha llegado a los salones y no es raro ver gente haciéndose selfies con las novedades, paseando por el salón con la novia del brazo, posando junto a los coches o poniendo "morritos" para romper Instagram con su foto, mientras tú intentas retratar algún modelo y tienes que perder más tiempo del deseado porque es casi imposible. Incluso te encuentras gente empujando un carrito de bebé. ¿En las jornadas de prensa? ¿En serio? ¡Que hay gente trabajando!
Algunos de los modelos que han sido los más complicados de fotografiar, precisamente por estar rodeados de gente a todas horas, son el Aston Martin DB11 -misión imposible, en toda regla-, el Maserati Levante o los diferentes modelos Ferrari, cuyo stand está siempre llenísimo de gente y siempre hay alguien dentro de los coches, con las puertas abiertas, etc....
Ahora, además de con gente midiendo el diámetro del volante, tocando los materiales del interior o comprobando la profundidad del maletero -los espías, vaya-, la prensa y especialmente los fotógrafos y cámaras que tiene que retratar los diferentes coches han de lidiar con visitantes que no está allí para trabajar. Y, además, no es que te faciliten las cosas, no. Ellos a sus selfies y te miran con mala cara por tener que hacer tu trabajo.
¿Acaso no tienen derecho a hacerse fotos con los coches? Por supuesto. Cada uno puede hacer lo que quiera, no nos malentendáis, pero seguimos pensando que las jornadas de prensa deberían ser eso, de prensa, para todos los que están allí por motivo de trabajo -y tienen tareas que cumplir-, y los invitados ya tendrán tiempo de recorrer el salón a sus anchas cuando se abran las puertas al público. ¿No sería lo más lógico?
En Motorpasión | Salón de Ginebra 2016