Hace algún tiempo ya te contamos qué es lo qué ocurre si echas gasolina en un coche diésel y viceversa. Ninguno de los dos escenarios son recomendables pero hay una creencia muy extendida que dice que echar un poco de gasolina en los coches diésel es beneficioso. Te explicamos en qué se basa esta idea y cuáles son sus efectos.
Echar gasolina a un diésel antes podía ayudar, pero ya no
Mientras que en los motores de gasolina la ignición de la mezcla (aire/gasolina) se consigue con la ayuda de la chispa de una bujía, en los motores de gasoil la detonación se obtiene a través de la compresión y el calor aplicados a la mezcla (aire/gasoil).
Como en cada tipo de motor se necesitan unas cualidades particulares, cada combustible tiene sus propios principios que le hacen único y de usos excluyentes. Así pues el gasoil aporta parte de la lubricación que necesita el motor mientras que la gasolina tiene un mayor poder detergente, es relativamente más limpio.
En los coches más antiguos se dice que era beneficioso echar un poco de gasolina en el depósito para que, al llegar al sistema de alimentación y a la cámara de combustión, ese extra de gasolina se encargase de limpiar los inyectores de los coches diésel, el depósito o la bomba de combustible; que el motor diésel bebiera mejor. También se dice que en climas muy fríos añadir gasolina impedía la congelación del combustible.
El problema es que esto podría funcionar en motores antiguos, pero en las mecánicas modernas la probabilidad de conseguir un efecto contraproducente es mucho más alta de los posibles beneficios que se podrían conseguir.
Los coches diésel modernos, especialmente con la llegada de la Euro 6 el 1 de septiembre de 2014, utilizan para mitigar las emisiones sistemas de catalización selectiva (SCR, aditivos de urea), convertidores catalíticos, válvulas de recirculación de gases (EGR) y filtros de partículas. Estas tecnologías son muy sensibles y la combustión de gasolina puede dañarlas.
Exponerse a averiar alguno de estos sistemas implica una reparación bastante cuantiosa que nos podemos ahorrar si en lugar de gasolina para limpiar los inyectores utilizamos alguno de los métodos específicos, que a la larga nos saldrán bastante más baratos.