Range Rover se atrevió a meterse en la competida liga de los SUV grandes deportivos cuando puso en el mercado el Range Rover Sport SV. Este modelo que probamos el pasado mes de junio, inicialmente solo se iba a fabricar en edición una limitada a un año, de ahí su apellido Edition One. Su éxito ha sido tan grande que ahora han presentado el Range Rover Sport SV Edition Two para darle continuidad. Ya hemos podido conducirlo en Inglaterra para contarte todo sobre sus novedades y cómo se comporta dentro y ojo, fuera del asfalto también.
Cuando probé el Range Rover Sport Edition One, admito que me sorprendió en positivo, no solo por sus 635 CV de potencia que como era de esperar empujaban con mucho brío al coche, sino porque como conjunto, me pareció súper equilibrado.
Tanto fue así que llegué a decir que era uno de los pocos coches que podía tratar de tú a tú al todopoderoso Porsche Cayenne Turbo E-Hybrid. Además, estaba preparado para situarse, por méritos propios, entre los tres mejores SUV grandes deportivos del mercado, tarea complicada en un segmento donde la competencia es feroz con coches de la talla del BMW X5 M, el Audi RSQ8 o el Mercedes-AMG GLE 63, por no citar a los Aston Martin DBX707 y demás familia de lujo.
Elegancia y deportividad en el exterior
A nivel de diseño exterior, son mínimas las diferencias entre un Sport SV Edition One y un Edition Two. Básicamente se reducen a las siguientes:
- El logotipo SV ha saltado del splitter delantero (donde antes aparecía el Edition One) a las molduras verticales de fibra de carbono que perfilan las entradas de aire laterales.
- Los estribos laterales también lucen el logotipo SV.
- Luces de orientación específicas.
- Nueva opción de llantas de 22 pulgadas con acabado espejo pulido.
- Opción de techo en el color de la carrocería o en Satin Forged Carbon Fibre Pack.
Por lo demás el Range Rover Sport SV Edition Two sigue siendo ese coche de mirada y semblante imponente, marcado por un frontal de formas muy verticales en el que los faldones deportivos con entradas de aire de mayor tamaño de esta versión ayudan a darle mayor contundencia sobre el negro asfalto.
Refuerzan su posicionamiento deportivo las molduras de fibra de carbono dispuestas por todo el coche. También el gigantesco capó delantero fabricado en carbono y el hecho de que esta pieza, la más grande de carbono que he visto jamás en un coche, pueda llevar parte de este material a la vista en la zona central (en opción) o ir directamente pintada en el color del resto de la carrocería.
Los nuevos Sport SV vienen pre configurados con cuatro nuevos estilos cromáticos: Blue Nebula Matte, Ligurian Black Gloss, Marl Grey Gloss y Sunrise Copper Satin.
Cada uno de estos colores combina la exclusiva paleta cromática exterior con nuevos acabados en fibra de carbono y asientos SV Performance en diferentes colores, que permiten a los clientes elegir entre tejidos innovadores o piel Windsor para conseguir un espacio a medida de los gustos de cada uno.
Si no encuentras en estas opciones pre creadas tu Range Rover Sport SV Edition Two, siempre puedes hacerte tu SV a medida, con una paleta de colores, tejidos y opciones casi imposible de acabar dentro del programa Bespoke de Range Rover.
Por supuesto se siguen ofreciendo en opción los magníficos frenos carbono cerámicos con pinzas de 8 pistones y discos de 440 mm de diámetro delante que ahorran 34 kilos y mejoran su rendimiento especialmente en pista, así como las llantas de carbono de 23 pulgadas que eliminan otros 35,6 kilos para dejar la dieta en unos considerables 70 kilos de reducción de peso en masas no suspendidas.
Interior técnico y lujoso como pocos
Si el exterior de los Range Rover Sport SV Edition Two no deja indiferente, en el interior ocurre algo similar. Su nivel de calidad percibida es altísimo, y es sin duda uno de los habitáculos con más personalidad del mercado, con una combinación de elementos técnicos y de lujo muy acertada, con toques deportivos.
Los materiales de lujo como las pieles de primera calidad se combinan con elementos como los espectaculares asientos SV Performance que pueden ir tapizados en poliuretano Ultrafabrics y textiles en Cinder y Ebony.
Todos los SV Edition Two incorporan además los asientos Body and Soul (BASS) con altavoces y motores integrados que permiten hacer masajes y generar una experiencia sensitiva acorde con la música que estemos escuchando.
Son sin duda de los mejores asientos del mercado en cuanto a compromiso entre deportividad y confort, ya que recogen muy bien gracias al apoyo de los pétalos laterales, pero al mismo tiempo cuentan con un mullido que permite disfrutar de un gran confort en carretera.
Sus 16 posiciones ajustables eléctricamente y el hecho de que cuenten con climatización de frío y calor es otro punto muy a tener en cuenta.
A la vista y al tacto son excelentes.. Se trata de unos asientos muy avanzados, que tienen reposacabezas integrados, parte posterior del respaldo fabricada en fibra de carbono e incluyen el logotipo SV que se ilumina integrado en el propio respaldo.
Los ocupantes de las plazas posteriores cuentan, además de con muchísimo espacio para las piernas, con unos asientos similares a estos. En los dos de los laterales se marcan más los perfiles para recoger más el cuerpo de los ocupantes de esas dos plazas que en un Range Rover Sport convencional.
En esa segunda fila de asientos también tienen reclinación eléctrica para cuando quieres viajar más relajado y no renuncian a la funcionalidad que le da el respaldo dividido 60/40 a la hora de cargar objetos largos en el maletero.
Me encanta el tacto del volante, que tiene un grosor y diseño del aro específico para esta versión SV. Están muy marcados los puntos de apoyo de los dedos pulgares y en el centro está el botón SV. Las levas del cambio que en condiciones normales están iluminadas en color blanco, se pasan al rojo al activar el modo SV gracias a la tecnología LED Edge-Lighting.
Haciendo 4x4 con el Range Rover menos adecuado para ello
Os podría contar largo y tendido que el Range Rover Sport SV es un auténtico prodigio dinámico, tanto por su confort de marcha en carretera, como por lo rápido y efectivo que es en curvas. Pero sinceramente, al no haber cambios a nivel mecánico respecto al SV Edition One que probamos hace unos meses, sería repetitivo.
Lo que sí os quiero contar en esta ocasión, es que tras dos horas conduciéndolo en carretera desde el asiento del copiloto por el sur de Inglaterra cumpliendo con lo que manda la norma en Reino Unido, y tras pasarlo bastante mal al comienzo hasta adaptarme a eso de conducir desde el asiento derecho en sentido contrario al habitual, llegamos a un sitio donde íbamos a hacer algo que no estaba previsto en el programa.
Era el Land Rover Experience Center de Eastnor, en Gales, un lugar paradisíaco para los amantes del 4x4 donde íbamos a poder llevar los Range Rover Sport SV por donde nadie en su sano juicio los metería: el monte.
Es cierto que la marca británica siempre mantiene en sus coches, por muy deportivos que estos sean, los avances técnicos que permiten sacarle partido en el campo. Tanto las versiones más lujosas del Range Rover SV (el largo) y las versiones Sport SV, que claramente se han diseñado para uso en carretera y tienen un marcado componente deportivo en su puesta a punto y soluciones técnicas, se pueden bloquear diferenciales, elevar la altura de la carrocería y utilizar otros avances que permiten a las versiones normales ser referentes para la práctica del todoterreno.
Los coches que íbamos a utilizar eran los mismos que habíamos conducido hasta allí, los Range Rover Sport SV Edition Two de las nuevas especificaciones de colores, y en el caso de nuestra unidad, equipado con las llantas de carbono de 23 pulgadas y los frenos carbono cerámicos.
Sobre el papel, no creo que ningún cliente piense ir al monte con un coche equipado con estos dos elementos, que entre otras cosas cuestan más de 25.000 euros como extra y que no parece que se vayan a llevar muy bien con piedras, rocas, barro y demás elementos naturales. Nadie lo haría salvo nosotros.
Salimos de la base de operaciones en un convoy de cinco coches, todos ellos Range Rover Sport SV. Me llamó la atención que no fuesen abriendo y/o cerrando la ruta ninguna de las decenas de Defender que había en la campa principal de coches de este espacio donde, cada año, se forma a miles de personas en la práctica del 4x4.
El motor 4.4 V8 Biturbo es una maravilla para estos menesteres. Es un motor con un carácter muy progresivo, que permite sacarle partido a su enorme par de 750 Nm a bajas vueltas sin problema, gracias a lo bien que se combina con la caja de cambios ZF de 8 velocidades. Suave en bajas revoluciones pero con la garantía de tener potencia más que suficiente en cuanto la solicitamos.
Simplemente hay que ser cuidadoso con el gas para no pasarnos de potencia y hacer que las ruedas, que iban equipadas con los neumáticos Michelin Pilot Sport de tipo "todo tiempo" específicos para este coche, patinen más de lo normal.
En opción se pueden pedir otros neumáticos de verano Michelin Pilot Sport S5 en medidas 275/40R23 delante y 305/35R23 detrás, que presentan compuestos diferentes a lo largo del dibujo para maximizar el rendimiento dinámico y el desgaste. Éstos en uso deportivo en asfalto permiten tomar curvas con una aceleración lateral continua de hasta 1,2 g en seco, lo cual es 0,1 g más que el neumático de serie que es el válido para todas las estaciones.
Por suerte este último asegura una mejor tracción gracias a su dibujo laminado que los de verano, y eso era algo que íbamos a necesitar en el campo.
Lo primero que hicimos fue superar una ladera de hierba verde. Pedí permiso para derrapar fuera del camino marcado por las marcas de neumáticos, que es lo que apetecía con un coche como este en el que el eje trasero es el que se lleva la mayor parte de la fuerza. Lógicamente me dijeron que no, pero había que intentarlo.
Lo que pudimos sentir perfectamente era cómo la fuerza se iba repartiendo entre el eje delantero y el trasero, cómo la electrónica se encargaba de enviar el par de forma selectiva a la rueda con mayor capacidad de agarre, y avanzamos sin ningún impedimento en busca de la siguiente zona de obstáculos.
Se trataba de una pista bastante estrecha en la que el Sport SV, con sus casi dos metros de ancho, entraba bastante justo dejando muy poco espacio en los laterales. El sistema de cámaras perimetrales del coche y esa simulación que hace que virtualmente desaparezca el capó delantero y podamos ver por la pantalla central lo que ocurre bajo el coche son el mejor aliado en este terreno.
Desde esa pantalla, que es en la que hoy en día en los Range Rover Sport se concentran todos los mandos del coche, desde los de climatización hasta entretenimiento y otros, se manejan también los comandos para configurarlo para el campo.
Subimos al máximo la altura de la carrocería. Hay cuatro niveles disponibles (acceso, normal, todoterreno 1 y todoterreno 2), y además bloqueamos el diferencial central. Sorprende ver lo alto que puede llegar a ir el Sport SV que hace tan solo unos minutos iba 25 mm más bajo que un Sport convencional para mejorar su estabilidad en carretera.
Superamos una zona de rocas y piedras sueltas solo teniendo que ser cuidadoso a la hora de sortearlas, haciéndolo a velocidad ultra lenta para evitar problemas de tracción ya que las llantas de 23 pulgadas con neumáticos de perfil bajo son las menos indicadas para estas cosas que estamos haciendo.
La suspensión 6D Dynamics con muelles hidráulicos conectados funciona a las mil maravillas, pero se percibe perfectamente cómo está funcionando ya que es bastante más sonora que una suspensión convencional. Las pequeñas correcciones de los amortiguadores y cómo se envía presión de un lado al otro del coche se escuchan por pequeños ruidos que no llegan a ser incómodos en ningún caso.
Comenzaba a caer la noche y el sol se ponía en el horizonte, justo al lado de un precioso castillo donde nos confirman que todavía vive la familia propietaria. La escena es idílica y la recordaré como una de las más bonitas del año a bordo de un todoterreno.
Entonces descubrimos que una de las funciones que tiene este coche, el retrovisor interior por cámara, es también otro gran aliado en el campo, especialmente de noche. La enorme luminosidad de la cámara, situada en la antena del techo, permite ver la imagen del coche que nos persigue con una claridad infinitamente mejor que la que tendríamos con el espejo retrovisor convencional.
Llegamos ya de noche a una de las zonas más famosas de esta finca de Eastnor. Era la pista en la que se hizo el lanzamiento a prensa del primer Range Rover en los años 70 y la famosa colina inaugural Gearbox (o caja de cambios) en la que los pilotos de pruebas de la marca ponían durante horas y horas a los Defender originales a subir y bajar para llevar al límite la resistencia de su mecánica.
No subimos por ella con el Range Rover Sport SV, no porque el coche no fuese capar de superar dicha colina, sino porque ya nos había demostrado que aunque su objetivo no es moverse a diario por el campo, el Sport SV tiene capacidad más que suficiente para llevarte hasta sitios donde la mayoría de SUV grandes de planteamiento deportivo no podrían llegar.
Conclusiones del Range Rover Sport SV Edition Two
Como dije cuando me puse por primera vez al volante del Range Rover Sport SV Edition One y reafirmo con este Edition Two, la firma británica ha desarrollado un coche que brilla por méritos propios en todos los aspectos de su polifacética vida. Es súper confortable cuando lo usamos para viajar en carretera, rápido, ágil y efectivo como pocos cuando lo llevamos de curvas por nuestras carreteras favoritas, y elegante y distinguido gracias a ese punto de exclusividad intrínseco cuando lo usamos como coche de diario.
Lo que no sabía hasta ahora, es que también nos puede llevar fuera del asfalto más allá de lo que la mayor parte de clientes hará jamás, demostrando que el SV lleva al extremo aquello que se decía de los Range Rover originales: "coches capaces de llevarte de montería por el campo de la mañana a la ópera por la noche solo dándoles un manguerazo por el medio".
Este Range Rover Sport SV Edition Two te podría llevar "del circuito a la ópera yendo por el campo" sin ningún problema. Su precio en España es de 237.000 euros. Es superior al precio de sus rivales más directos de marcas Premium, lo cual le sitúa en un nivel de exclusividad que no tienen otros SUV grandes y deportivos, cada vez más comunes por nuestras calles.