Probamos el Alpine A290: un coche eléctrico tan divertido como un GTI que sólo tendría que pulir un par de cosas
Durante muchos años, el único coche que ha vendido Alpine ha sido el Alpine A110, pero la marca francesa ha decidido que ya es hora de ampliar la gama y lo ha hecho con un pequeño utilitario que, además, es su primer coche eléctrico.
Se trata del Alpine A290, un modelo que comparte muchas cosas con el Renault 5 E-Tech, pero que llega con un enfoque mucho más deportivo que su primo del rombo, tanto en materia de diseño como a nivel dinámico.
Alpine A290: el Renault 5 E-Tech más deportivo
Una de las críticas a los coches eléctricos que más se repite es que no pueden ser divertidos. Ha quedado clarísimo que los cero emisiones pueden ser muy rápidos, pero si hablamos de sensaciones, la opinión es unánime: no está al nivel de los térmicos.
Lo cierto es que, por mi experiencia personal, solo puedo confirmar que, hoy por hoy, los eléctricos son insuperables en términos de prestaciones, pero las marcas tienen mucho camino por recorrer para que puedan compararse con los coches de combustión en materia de sensaciones.
Lo bueno es que hay fabricantes que se lo están tomando muy en serio. Tampoco les queda otra si quieren convencer a ese público que busca disfrutar al volante, al menos en Europa porque, si nada cambia, en 2035 solo se podrán vender coches nuevos que sean eléctricos.
Todavía queda mucho tiempo hasta entonces, pero nadie se puede dormir en los laureles y menos las compañías que son sinónimo de deportividad y sensaciones, como Alpine. La firma francesa ya está haciendo los deberes y acaba de empezar a dar forma a una gama que acabará siendo completamente eléctrica más pronto que tarde.
Desde que Alpine renació como marca independiente hace unos años, el único modelo que ha vendido es el Alpine A110 y este pequeño deportivo con motor de combustión sigue siendo una de las referencias del mercado en términos de sensaciones. Ni tiene el motor más grande, ni es el más rápido, pero es uno de los coches más divertidos que se pueden comprar actualmente.
Tanto es así que Alpine tiene un problema porque el A110 ha puesto el listón tan alto que la marca tiene que hacerlo muy con todo lo que lance a partir de ahora. La cuestión es que el reto es doble porque Alpine ha decidido ampliar su gama con su primer coche eléctrico. El elegido para asumir este papel tan difícil es el Alpine A290, un pequeño utilitario cero emisiones que tiene mucho que ver con el Renault 5 E-Tech de la firma del rombo.
Se podría decir que, ahora que Renault Sport no existe y Alpine ocupa su lugar, el Alpine A290 es la variante deportiva del Renault 5 E-Tech. Comparten muchas cosas, incluida la plataforma y buena parte del diseño exterior e interior, pero el Alpine tiene un aspecto más agresivo que su hermano del rombo.
Alpine A290: así es por fuera
Si el Renault 5 E-Tech llama la atención de la gente, el Alpine A290 todavía más: es un imán de miradas. Es prácticamente idéntico al prototipo Alpine A290 Beta que conocimos el año pasado, con las luces diurnas LED delanteras en forma de cruz que recuerdan a los faros de largo alcance de los coches de rallyes, paragolpes específicos, grandes faldones laterales y las aletas traseras ensanchadas para rendir homenaje al Renault 5 Turbo de los años 80, la versión más deportiva que tuvo el Renault 5 original.
De pura casualidad, durante la toma de contacto del Alpine A290 en Mallorca, me crucé con un Renault 5 Turbo 2 en estado de concurso y aparqué a su lado. Con los dos coches juntos, se ve mejor el parecido estético que hay entre ambos, especialmente con dos unidades que tienen una configuración tan similar, con la carrocería pintada en blanco y detalles estéticos de color negro.
También salta a la vista el enorme tamaño que tiene el Alpine A290 en comparación con su antepasado, y eso que el Renault 5 Turbo 2 se sigue viendo ‘gordísimo’, sobre todo, al mirarlo desde atrás (por algo se le llama ‘culo gordo’).
Hay más de 50 años de diferencia entre ambos y los coches han crecido una barbaridad en todo este tiempo, si bien es cierto que el Alpine es uno de los modelos más pequeños de su categoría (segmento B) porque apenas mide 3,99 metros de largo, es decir, 7 cm más que el Renault 5 E-Tech (el R5 Maxi Turbo se conformaba con 3,66 metros de largo).
También es 5 cm más ancho que el Renault 5 E-Tech y llega hasta los 1,82 metros, mientras que la distancia entre ejes se ha acortado 1 cm en el Alpine y es de 2,53 metros.
Alpine A290: así es por dentro
En el interior, el espacio es el mismo que en el Renault 5 E-Tech, por lo que las plazas traseras son muy justas; dos niños pueden viajar cómodamente en ellas, pero dos adultos echarán en falta más espacio para las piernas, especialmente si son altos. Por su parte, el maletero es simplemente correcto, con 300 litros de capacidad, formas regulares y un portón relativamente amplio.
Lo que cambia respecto al Renault 5 es el diseño. Las líneas maestras del interior son similares, pero en el Alpine A290 se respira un ambiente más ‘racing’ y más moderno. El salpicadero pierde las líneas verticales con las que el Renault rinde tributo al primer R5, la tapicería no tiene el toque retro del Renault, los asientos no tienen los pétalos marcados y el volante es mucho más deportivo que el del Renault.
Está achatado por arriba y por abajo, tiene una marca para indicar las 12 y cuenta con mandos inspirados en los volantes de los Fórmula 1, como el selector circular de color azul que permite modificar la intensidad de la frenada regenerativa o el pulsador rojo situado en la parte derecha, que tiene especial relevancia.
Y es que ese pulsador, probablemente, se convierta en uno de los botones que más utilices si conduces un Alpine. Lleva las letras ‘OV’, de ‘Overtake’, que es ‘adelantar’ en inglés, y activa una función boost para que el Alpine A290 entregue su potencia máxima durante 10 segundos. Es el equivalente a hacer 'kickdown' en otros coches, realmente no hay más potencia disponible durante esos 10 segundos.
Es útil, precisamente, para adelantar, pero también viene bien en muchas otras situaciones, como en una incorporación a la autovía o, simplemente, para acelerar a fondo puntualmente cuando quieras o cuando lo necesites.
Es una función similar a la que tienen los Fórmula 1 cuando su batería está completamente cargada y el piloto necesita un extra de empuje para adelantar o defender posición. Lo bueno es que en el A290 se puede utilizar tantas veces como quieras (o hasta que se agote la batería): cuando se acaban los 10 segundos, puedes pulsar otra vez el botón rojo y tener otros 10 segundos de boost.
Además del extra de potencia, cuando se activa esta función, el coche reproduce un sonido que recuerda al de una nave de Star Wars y el cuadro digital muestra una animación que también recuerda a un viaje intergaláctico de las películas de George Lucas.
Pero hay más: el multimedia cuenta con un menú específico que permite disfrutar un poco más del coche con retos, como acelerar de 0 a 100 km/h en el menor tiempo posible para conseguir el bronce, la plata o el oro. También se puede cronometrar el tiempo por vuelta en un circuito y ver todo tipo de datos de telemetría, como la temperatura del motor o las fuerzas G que se alcanzan al girar y al acelerar.
Por lo demás, la disposición de mandos es idéntica a la del Renault 5 y el multimedia también. Y eso es algo positivo porque todo queda a mano, es muy fácil dar con la posición de conducción perfecta, la visibilidad es buena y el sistema de infoentretenimiento con Google integrado es, sencillamente, uno de los mejores del mercado. Lo que no puede tener el Renault es el soberbio sistema de sonido premium firmado por la compañía francesa Devialet que sí lleva el Alpine y suena francamente bien.
Más allá de lo estético y del equipamiento, lo que diferencia al Alpine A290 del Renault 5 E-Tech con el que comparte ADN es su comportamiento. El tacto de conducción del Renault es muy bueno, especialmente, para tratarse de un coche eléctrico, pero el Alpine lo mejora con más potencia y una puesta a punto más deportiva que incluye cambios en el chasis y componentes específicos, como los frenos Brembo o los neumáticos Michelin Pilot Sport S5 desarrollados específicamente para este modelo.
Así va el Alpine A290
El resultado es un coche más rápido, más efectivo y más divertido. Está disponible con dos niveles de potencia: 177 CV (GT y GT Premium) y 218 CV (GT Performance y GTS), siempre con una batería de iones de litio de 52 kWh de capacidad con la que homologa entre 362 km y 379 km de autonomía en ciclo combinado WLTP.
Es un coche que invita a huir de la ciudad para buscar carreteras de montaña porque es realmente divertido, a diferencia de casi todos los eléctricos. Es muy ágil, tiene un peso que podemos considerarlo contenido al tratarse de un eléctrico (1.550 kg) y tiene potencia de sobra para moverse bien, sobre todo, con el motor de 218 CV, de hecho, podría tener más músculo, aunque para eso habrá que esperar a que Alpine amplíe la gama en el futuro, quién sabe si con un A290 con dos motores, tracción total y un "culo" tan gordo como el del Turbo 1 y 2...
De momento, la variante de 218 CV, que es la que he probado en la toma de contacto, permite pasárselo muy bien, aunque es más una cuestión de sensaciones que de números, por extraño que parezca en un coche eléctrico.
Hay que tener en cuenta que Renault Sport hacía las cosas muy bien y Alpine ha recogido perfectamente el testigo de ese departamento, por eso el A290 tiene un tacto de freno tan bueno (y efectivo), una dirección tan directa y un paso por curva excelente.
No es, ni mucho menos, tan duro como un Alpine A110 R, pero contiene bien los balanceos de la carrocería y el tren delantero, que es una de las cosas que más cambia respecto al Renault 5, es ágil y preciso. Lo mejor de todo es que también es cómodo, incluso en calles muy rotas o al pasar por resaltos en ciudad, por lo que cumple en el día a día y también en una carretera de montaña. En este sentido, está un punto por encima del Mini Cooper SE porque el británico es mucho más duro y en el modo 'Go kart' puede llegar a ser incómodo en ciudad.
También se puede rizar el rizo y entrar a circuito. Una vez más, no es lo mismo que el Alpine A110 R, pero es posible pasárselo muy bien en pista; lo ideal es que el trazado sea pequeño y ratonero porque el A290 brilla más que en un circuito grande, no porque su chasis no esté a la altura, sino por potencia y porque su velocidad máxima está limitada a 170 km/h.
En la toma de contacto he podido dar varias vueltas en el Circuito de Mallorca Llucmajor y el A290 ha resultado ser muy divertido. En este escenario conviene desconectar todos los controles electrónicos porque es la única forma de exprimir a fondo los 218 CV (siempre recurriendo al botón Overtake) y enseguida te acostumbras al coche.
Ayuda mucho que sus reacciones sean muy predecibles; incluso al límite, como cuando dejas de dar gas en plena curva y la trasera empieza a deslizar, es fácil de controlar y no te pone en aprietos. Ni siquiera acelera como otros eléctricos (de golpe), es mucho más progresivo y se puede dosificar mejor el gas.
Pero no todo es perfecto. La dirección, a pesar de ser muy directa, es poco comunicativa y se echa en falta que tenga más peso, sobre todo, en el modo de conducción Sport. Esto último vendría muy bien para gestionar mejor el par en las aceleraciones más fuertes porque es habitual que se produzca lo que en inglés se llama ‘torque steer’, es decir, que la dirección sufra el exceso de par y parezca que flote.
Si el coche tuviera más potencia, el ‘torque steer’ sería todavía más acusado, pero el chasis pide a gritos más músculo y lo más probable es que Alpine amplíe la gama en algún momento con versiones más capaces que recuerden todavía más a los Renault 5 Turbo 1 y Turbo 2, así como al Renault Clio V6. Quizá, la tracción total sería la solución perfecta para estas hipotéticas variantes.
Volviendo al modelo que puedes comprar ahora mismo, su consumo tampoco es especialmente bajo para un coche de su tamaño y su peso (menos de 1.550 kg).
Durante la primera prueba, el consumo medio fue de unos 18 kWh/100 km, aunque la mayor parte del recorrido fue por carretera de montaña y solo un pequeño porcentaje por ciudad, que es donde menos gasta. Con esa media, la autonomía real no llega a los 300 kilómetros, si bien es verdad que es más que suficiente para el día a día en un coche eminentemente urbano y que si buscas más eficiencia, el Renault 5 E-Tech es mejor opción, igual que en su día el Renault Clio 1.5 dCi estaba enfocado a un público distinto que el Renault Clio Sport.
En caso de hacer algún viaje esporádico, el A290 puede cargarse a una potencia máxima de 100 kW en corriente continua, por lo que basta con parar un rato para seguir el viaje, pero se trata de un coche urbano y, si lo que buscas es eficiencia con este formato, el Renault 5 E-Tech gasta un poco menos, pero también es un concepto de coche distinto.
El A290 no es un utilitario al uso que se debería comprar pensando en la practicidad y la eficiencia, es un deportivo en formato de bolsillo que, además de ser muy polivalente, especialmente como segundo coche y para un uso cotidiano, como ir al trabajo o llevar a niños al cole, está mejor equipado que coches de segmentos superiores y es uno de los poquísimos eléctricos que resultan divertidos al volante.
De alguna manera, recoge el testigo de los pequeños GTI con motor de gasolina, que prácticamente han muerto. El A290 todavía no ofrece el rendimiento de un Renault Clio Sport, pero lo compensa con otras ventajas y, como he dicho, todavía hay margen para que Alpine desarrolle versiones más salvajes de este modelo.
Precio del Alpine A290
Para entender mejor el Alpine A290, conviene tener claro que juega en la misma liga que otros urbanos eléctricos de enfoque premium (y con precio premium), como el Abarth 500e y el Mini Cooper SE. Por potencia y precio, su mayor rival es este último porque parte desde los 38.850 euros con 218 CV y una batería de 49,2 kWh de capacidad útil con la que homologa 400 km de autonomía.
versión |
preecio |
---|---|
Alpine A290 GT 177 cv 52 KWH |
38.700 EUROS |
Alpine A290 GT PERFORMANCE 177 cv 52 KWH |
41.900 EUROS |
Alpine A290 GT PREMIUM 218 cv 52 KWH |
42.800 EUROS |
Alpine A290 GTS 218 cv 52 KWH |
45.600 EUROS |
Alpine A290 PREMIERE EDITION 218 cv 52 KWH |
46.200 EUROS |
El Alpine A290 arranca en 38.700 euros en su versión GT de 177 CV. El siguiente escalón de la gama es el GT Performance, de idéntica potencia y con un precio base de 41.900 euros. Si damos el salto al A290 de 218 CV, el GT Premium parte desde los 42.800 euros y el GTS desde 45.600 euros. También está disponible la serie especial Premiere Edition, que arranca en 46.200 euros (más adelante llegarán más ediciones especiales, como ha pasado con el Alpine A110).
De la misma forma que el Mini, el A290 ofrece muchas opciones de personalización y su equipamiento de serie es muy completo desde la versión base porque incluye, entre otras cosas, llantas de 19”, control de crucero adaptativo, faros Full LED o sensores de aparcamiento.
Los gastos asociados para acudir a esta presentación han sido asumidos por la marca. Para más información consulta nuestra guía de relaciones con empresas.
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