Ford Focus 2014, toma de contacto
Cualquier marca generalista de amplia tradición en España no se puede permitir bajar la guardia en uno de los segmentos más importantes por ventas en Europa, y desde luego en España, el de los coches compactos, donde hay una dura competencia entre varios modelos que suelen estar con frecuencia compitiendo en el top 10 de ventas, como son los Renault Megane, Opel Astra, Seat León, Volkswagen Golf, Citroën C4, Peugeot 308 o el propio Ford Focus.
Ford tiene además la presión de conservar su gallina de los huevos de oro, pues no solo es el Ford más vendido ahora mismo, sino que el Ford Focus ha sido el modelo más vendido en el mundo, en términos absolutos, durante dos años, y tal como están las cosas un fabricante no se puede permitir perder el terreno ya conquistado y que bajen las ventas. La responsabilidad a la hora de renovar un modelo en este contexto es si cabe aún mayor.
Ford Focus 2014: diseño más "clásico"
Y con estas premisas llega la renovación del Ford Focus, la versión que podemos apellidar 2014, y que es la fase 2 (o restyling) del Focus de tercera generación. Este modelo ya no se fabrica también en España, en la factoría de Almusafes en Valencia. Pese a que el diseño del Ford Focus de primera generación podía gustar más o menos por ser un tanto diferente y atrevido, no se le podía negar que tenía bastante personalidad.
El nuevo Ford Focus 2014 no cambia mucho con respecto al modelo que sustituye, aunque la mayor parte de los cambios que se ven se focalizan en la parte frontal, que recoge la parrilla cromada del nuevo estilo Ford y faros más estilizados, que recuerdan al nuevo Ford Mondeo, que aunque ha tardado en llegar a Europa, lleva casi dos años por América.
Hay quien podría pensar que de un frontal que podía sugerirse un poco más deportivo, se ha pasado a uno algo más elegante y clásico, y por el camino ha podido perderse algo de personalidad propia para homogeneizarse más con el resto de modelos Ford, lo que no significa que no resulte agradable a la vista.
No olvidemos tampoco que estamos ante los modelos de la gama convencional, y que habrá versiones más picantes con diseño diferenciador, tanto gasolina como diésel: el Ford Focus ST 2014, que sí se orientan hacia lo deportivo.
Interior bien acabado
En el interior los cambios son más sutiles, y desde luego hay que fijarse más en los detalles: lo principal es que se ha rediseñado la consola central, incluyendo los mandos del equipo multimedia y del climatizador, que ahora se ve más sencilla y menos poblada de botones. Ayuda a esto el nuevo sistema de conectividad multimedia y control por voz Sync 2, con una pantalla táctil a color de 8 pulgadas, que no es imprescindible tocar, lo cual se agradece.
Para el climatizador se conservan todos los botones, mientras que el control por voz del nuevo sistema Sync funciona mejor que antes: en Sync 2 podemos hablar de manera más natural, y no es obligatorio ceñirse a las frases exactas de los menús o comandos para que nos entienda. Además tampoco hay que hablar perfectamente y nos entiende aunque no pronunciemos muy bien o tengamos acento de aquí o de allá. Este camino es el que se debe seguir.
Para que no haya confusiones conviene dejar claro que ahora mismo Sync 2 no incluye la función AppLink por la que se puede manejar un smartphone a través de los controles del coche. Según nos contó el ingeniero el sistema es actualizable (y también modular) y podría incorporarse más adelante, incluso en los coches que ya se hayan vendido, aunque en según qué casos hubiera que ir al taller para ello.
Es una cuestión de gustos, y aquí habrá quien prefiera uno u otro, pero el Ford Focus 2014 sigue conservando el freno de estacionamiento tradicional, con palanca de accionamiento manual entre los asientos delanteros. El freno de estacionamiento de accionamiento eléctrico simplemente es más cómodo y ocupa menos espacio en la consola central y últimamente se está poniendo de moda.
La calidad de acabado percibida es bastante buena, diría que de notable alto. Hay buenos ajustes, juntas pequeñas y es difícil encontrar terminaciones descuidadas. El salpicadero es acolchado y de textura muy agradable, y los detalles en aluminio satinado generan pocos destellos cuando incide el sol. En las puertas hay zonas con plástico duro que tal vez podría pasar a ser acolchado.
El puesto de conducción del Ford es bastante cómodo, no he tenido problemas para encontrar una posición de conducción en la que encontrarme a gusto, aunque me hubiera gustado que el reposabrazos central se pudiera regular. La consola central me parece muy ancha y siendo conductor o siendo acompañante, esta quita algo de espacio y la pierna toca en ella, lo cual puede llegar a incomodar a algunas personas. Esto sucede en cada vez más modelos de diferentes marcas.
Los asientos son cómodos, con un punto firme, pero sin ser demasiado duros, me han parecido que tienen un buen apoyo lumbar y que sujetan bien lateralmente, aunque no eran los asientos más básicos, que conste.
El habitáculo del Ford Focus es en términos generales bastante espacioso, dentro de la media del segmento, sin notar mayores problemas de anchura o altura. Las plazas traseras son también bastante cómodas, con un espacio longitudinal para las piernas intermedio (diría que por ejemplo un Peugeot 308 tiene algo menos de espacio, un Volkswagen Golf algo más y un Nissan Pulsar algo más aún).
Donde veo algo más justo al Focus es en cuanto a maletero, un poco más pequeño que lo se está viendo en el segmento de los compactos, y teniendo en cuenta que mide 4,36 m de largo (la versión berlina de 5 puertas). Para conseguir 363 litros de volumen tiene que recurrir a prescindir de la rueda de repuesto y llevar solo el kit para reparar pinchazos.
La carrocería familiar del Focus saca algo de ventaja en las plazas traseras, con algo más de altura sobre todo, y también en el maletero, con 490 litros, aunque de nuevo hay opciones en la competencia con más maletero. Mide casi 21 cm más de largo que la berlina.
Múltiples retoques aquí y allá en elementos que no se ven (pero se sienten)
En el nuevo Ford Focus 2014 hay otros muchos cambios que no se ven, y que no se limitan solo a incorporar nuevos motores que cumplan con la normativa anticontaminación Euro 6. De hecho los ingenieros dedicaron algo de tiempo a explicar diferentes elementos que se han repensado detenidamente para mejorar, sobre todo, la conducción.
Por ejemplo se nos mostraron diferentes piezas de la dirección, de los trenes de rodaje, de la suspensión y de los anclajes y soportes todas ellas reforzadas: por ejemplo al ser conformadas por chapa de acero de más sección, para que sean así más rígidas y reducir las pequeñas holguras, vibraciones o imprecisiones que pueden ocasionar.
Los amortiguadores son nuevos y el ajuste de la dirección asistida también. Por ejemplo se ha buscado reducir el esfuerzo que hay que realizar sobre el volante, pero sin perder precisión en el trazado. Se ha trabajado igualmente en mejorar la insonorización del coche, del motor, pero también del exterior.
Para los motores un aspecto en el que incidieron los ingenieros fue en los nuevos motores diésel Euro 6, que cumplen con los límites de emisiones de óxidos de nitrógeno sin emplear aditivo de urea (tipo Adblue). Para ello se recurre a un filtro trampa de NOx. En el escape del diésel se colocar un doble filtro, con una primera mitad trampa de NOx y la mitad a continuación filtro de partículas, y a parte un catalizador SCR (reducción catalítica selectiva).
Ford Focus 2014: conducción sobresaliente
Desde el primer día de la primera generación gustó su conducción, que destacaba por su notable comportimiento dinámico, entre otras cosas motivado por un eje trasero multibrazo que mejoraba la tradicional barra de torsión. Seguimos teniendo multibrazo también ahora. En resumen: se puede decir que el Ford Focus va muy bien.
Para la prueba se circuló algo por autopista y por ciudad, pero sobre todo se circuló por carretera secundaria con muchas curvas, y bastante desnivel. Es un coche que traza muy bien la trayectoria que le marca el conductor, tiene una pisada noble y estable, transmite seguridad y robustez y además puede enlazar giros y cambiar de apoyo con agilidad, de manera sobresaliente.
Y lo hace sin dejar de ser cómodo, la suspensión filtra muy bien las irregularidades, pero no por ello hace que la carrocería balancee demasiado. De hecho el tacto general es de coche en el que prima la comodidad, con un tacto un poco blando: la dirección es suave, los pedales requieren poco esfuerzo y la palanca de cambio también es suave.
Todo esto no implica tener menos precisión: la dirección es precisa, aunque da la sensación de que transmite poco, el coche frena bien y el cambio es preciso y rápido, y resulta agradable de utilizar. Una curiosidad: el aro del volante es grueso y está muy acolchado.
Además está muy bien insonorizado. El ruido del motor se oye poco, y cuesta percibir alguna vibración, incluso en el diésel. También se oye poco ruido de los otros coches, el ruido de rodadura es contenido y el ruido aerodinámico es bajo. No se puede decir otra cosa más que la calidad de rodadura es alta, y de coche más grande y caro.
Un motor de gasolina que no corre tanto como se espera
Aunque habrá cinco motores de gasolina, uno de ellos GLP, y tres motores diésel, solo pudimos probar uno y uno: el gasolina 1.5 EcoBoost de 182 CV y el diésel 2.0 TDCi de 150 CV. Es una lástima no haber podido probar los motores que probablemente más ventas acumularán, el 1.0 EcoBoost de 125 CV, en gasolina, y el 1.5 TDCi de 120 CV, en diésel.
Del motor 1.5 EcoBoost de 182 CV, un motor de cuatro cilindros y turbo, hay que destacar lo silencioso y suave que funciona (sí, suave es la palabra que puede resumir al nuevo Focus). Se muestra muy lineal y progresivo, y responde bastante bien a partir de unas 1800 rpm, sin que se note un momento de cambio brusco en la entrega de potencia.
No anda mal de fuerza (tiene 240 Nm de par), pero sin embargo no acelera todo lo que cabría esperar de la potencia que declara, ni más ni menos que 182 CV. De hecho si uno se para a mirar las cifras, se da cuenta de que los 32 CV que tiene de más frente al 1.5 EcoBoost 150 solo se traducen en una mejora de 0,3 s en la aceleración de 0 a 100 km.
No sabemos muy bien qué es, pero le falta algo y parece tener menos caballos. Es probable que los desarrollos de cambio tengan bastante culpa, y desde luego la sexta, e incluso la quinta, dan la sensación de ser muy largas. Salvo por esto es un motor agradable, pero no tengo claro que realmente compense frente al de 150 CV.
Hablar de consumo es complicado, sobre todo porque la carretera no ayudaba a registrar consumos bajos: secundaria, muchas curvas, subida de más de 1000 m de desnivel (sí, ojo que era cuesta arriba una parte importante del recorrido), cambios de ritmo frecuentes y conducción ágil: al final de media, según computadora de a bordo, vino a consumir del orden de 8,5 l/100 km.
El motor diésel 2.0 TDCi de 150 CV lo probamos en la carrocería familiar. No va tampoco nada mal el Ford Focus familiar, y hay poca diferencia con respecto a la berlina. El principal cambio puede ser que el eje posterior puede rebotar un poco más, muy probablemente porque la suspensión trasera esté pensada para soportar más carga, pero íbamos prácticamente de vacío.
Este motor es un poco más tosco que el de gasolina y es menos silencioso, aunque dentro del coche se note poco su rumorosidad gracias al buen nivel de insonorización. El cambio que más se nota es que el embrague se hace más brusco, seguramente por el notablemente mayor par motor que entrega de manera un poco más abrupta: hablamos de 370 Nm de par, 130 Nm más que el gasolina de 182 CV, y eso se nota.
Por lo demás es un motor que resulta muy satisfactorio y que sinceramente me pareció tan rápido como el otro (sobre el papel solo hay dos décimas de diferencia). Las condiciones para medir el consumo tampoco fueron las ideales, de nuevo por abundar la carretera secundaria, las curvas y el ritmo ágil en el recorrido: al final, de media, la computadora marcaba un consumo del orden de 5,8 l/100 km.
¿Que se puede destacar del nuevo Ford Focus 2014 como resumen final? Que su refinada conducción, sobre todo en gasolina, lo hace estar en una muy buena posición frente a sus competidores.
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