Cuando conocimos el espectacular aspecto del Buick Avenir concept, aludíamos a las "raíces históricas" que posee el prototipo que, más que para una nueva berlina de representación, es un anticipo para toda la gama Buick.
Vamos a darle una vuelta de tuerca a esas "raíces históricas" que tiene como precedente el Buick Avenir concept. Para hacerlo vamos a retroceder hasta 1938 y vamos a repasar seis motivos de inspiración para Buick, con seis creaciones que en sus respectivos momentos marcaron el rumbo de la marca premium norteamericana. Ya fuera por diseño, por manejo o por incorporaciones a la cadena cinemática, estos son aquellos primos lejanos en los que hoy se mira el Buick del mañana.
Si no te gustan los concept-cars, aquí tienes el origen de tus desdichas. Desarrollado por el primer jefe de Diseño de General Motors, Harley Earl, el Y-Job simplemente se diseñó para conocer la reacción del público a un estilo innovador que anticipaba las formas de los nuevos modelos del gigante automovilístico. La prensa del momento bautizó el Y-Job como Coche del futuro, y en parte lo fue. Elevalunas eléctricos, faros escamoteables, capota oculta... Sí, de algún modo el Y-Job se adelantó a su tiempo.
Los concept Wildcat (1953-1955) supusieron un revulsivo en cuanto a lenguaje de diseño y tecnologías de vanguardia. El primero de la serie fue un biplaza con carrocería de fibra de vidrio y cuatro discos de freno; el segundo —que vemos en esta imagen— introdujo una línea más deportiva y radical, caracterizada por un paso de rueda abierto que evocaba el carácter de los futuros Buick; el tercer Wildcat prolongó ese rasgos y estreno la línea curva sweepspear en el lateral, uniendo la parte alta del paso de rueda anterior con la parte baja del paso de rueda posterior, una característica de Buick que llegaría hasta la década de los 70.
Diseñado por Bill Mitchell, el Buick Riviera Silver Arrow III fue un replanteamiento del Riviera de producción, para incorporar elementos que anticiparían nuevas tecnologías. Por ejemplo, un sistema que evitaba el bloqueo de ruedas en los cuatro frenos, un control de tracción llamado Max Trac o el pedalier móvil y el árbol de la dirección telescópico, que evitaban utilizar ajustes longitudinales en el asiento del conductor.
En 1985 Buick recuperó la denominación Wildcat de su pasado para presentar un concept futurista que sirviera como banco de pruebas. Sin puertas tradicionales, el acceso al Wildcat de 1985 se realizaba abriendo la parte superior del vehículo, cuya carrocería estaba fabricada en fibra de vidrio y fibra de carbono. Su motor era un V6 de 3,8 litros y 24 válvulas, con inyección electrónica, y el conductor disponía de un avanzado sistema de head-up display que proyectaba la información sobre un amplio parabrisas que sentó precedentes en modelos que han llegado a nuestros días, como el Buick LaCrosse.
Para celebrar el centenario de Buick, la firma presentó el Centième, con filas de tres asientos que se repetirían en el Buick Enclave como abanderado de una nueva gama de la marca de General Motors que se caracterizaría por un mayor cuidado en el detalle de los acabados interiores. De hecho, el reciente paso del Atlántico realizado por el Opel Cascada para convertirse en Buick Cascada va en esta dirección.
Entre el Y-Job de 1938 y el Avenir de 2015, el Vélite anticipaba en 2004 la unión de ambos concept-cars. Realizado por Bertone, el Vélite recogía muchas de las formas curvilíneas de los Buick del pasado y las plasmaba en las aletas delanteras y en una zaga inspirada en el mundo naval, mientras las ruedas traseras recibían la potencia y la fuerza de un motor impresionante: un V6 biturbo de 3,6 litros que entregaba 400 CV con 542 Nm. Todo un monstruo para una denominación, Vélite, tomada de uno de los cuerpos de soldados de élite del ejército de Napoleón.
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El Buick Y-Job, ese ¡¡¡si que tiene estilo!!! Pensar que el coche tiene ya casi 80 años... Esos americanos siempre han hecho coches que no dejan indiferente a nadie, tanto que a menudo no se valora en su justa medida su estilo de diseño. Es cierto que en los '80 tuvieron una época un poco de crisis creativa, y se vieron inundados por fiables coches alemanes y japoneses, pero ya hace tiempo que eso pasó y, aunque como comentaba ayer en el post del Buick Avenir, quizás se echa de menos algo mas de alusión estética al pasado de la marca en lugar de recurrir a elementos europeos Opel, el coche es muy elegante, con unas dimensiones muy americanas.
Otra cosa que me ha llamado mucho la atención hoy en las noticias, con lo bajo que está el precio del petróleo, hacían referencia a que los fabricantes de los EE.UU. pasaban del rollo motores mas limpios, y sacaban modelos de gran consumo, mostrando el nuevo Viper (¡¡Como si fueran a vender 1.000.000 de esos!!) y la Pick-Up Ford F-150 Raptor que impone con esa estampa. Cuando, al menos Ford, parece que está apostando por la gama de motores Eco-Boost (incluso en ese monstruo Pick-Up) mucho mas racionales sin renunciar a potencia, y seguramente Chrysler también haga uso de motores europeizados con FIAT, y GM con Opel, aunque fabriquen, por suerte, coches como el Viper.
¡¡Vivan los States!!
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