Lo que esconden las fotos de coches cazados es mucho más que lo que oculta el camuflaje
Es habitual en muchas revistas y páginas webs ver los futuros modelos de las marcas cubiertos con camuflaje de toda clase mientras los están probando en carretera abierta. Son las llamadas fotos espías, porque normalmente las marcas no quieren que ese modelo se vea y lo asimilan a espionaje industrial (no lo es porque, entre otras cosas, las fotos suelen tomarse en la vía pública).
Cuando hablamos de fotos espías, todos tenemos en la mente la imagen del fotógrafo escondido en un matorral desde hace semanas, con camuflaje militar y un teleobjetivo de medio metro, cual franco tirador de un cuerpo de élite. Hoy en día, la realidad es muy distinta a la de ese cliché. Hubo una época en la que era realmente así, pero pronto las marcas se dieron cuenta que podían sacarle partido a esos fotógrafos y empezaron a "colaborar" con ellos.
Cuando empecé a trabajar en esto del periodismo del motor, hace más de 15 años ya, en una de las revistas -ahora desaparecida, como tantas otras de papel- solíamos comprar fotos espía a Hans G. Lehmann. Hans es un poco una leyenda en el sector. Aunque su agencia de fotos siga funcionando con su nombre, Hans se jubiló en 2008. Y para comunicarnos que se jubilaba, envió a todos sus clientes una carta de agradecimientos y una postal explicando que colgaba su cámara después de varias décadas.
¿Posado o robado?
La postal fue lo que más me impactó. Ahí estaba, en algún lugar de Escandinavia, Hans G. Lehamnn, posando con varios teleobjetivos y cámaras junto a un Erlkönig de Porsche 911 y todo un equipo de ingenieros de Porsche. ¡¿Cómo?! Los ingenieros y pilotos de prueba no suelen apreciar mucho que hagan fotos a sus coches... Lo experimenté en primera persona cuando un día de 2004 adelanté, por la A7 en el sur de Francia, a dos Suzuki Vitara cubiertos con una suerte de lona. A sus conductores no les gustó nada que mirase con interés los coches y no dudaron en perseguirme con maniobras intimidatorias y peligrosas. Por eso no me cuadraba que Hans posase tan pancho con el equipo responsable de ese prototipo.
Hans descubrió su faceta de "espía", como muchos de sus compañeros de profesión, un poco por accidente. En 1963 fotografió un extraño coche en la factoría de Wolfsburgo, resultó ser una propuesta de sustituto para el Beetle. Con el tiempo, se convirtió en un asiduo del Valle de la Muerte (Nevada), Laponia y del Nürburgring. Llegó un momento en el que algunas marcas probaban los coches en el 'Ring para así asegurarse que se hablase del prototipo, pues estaban casi seguros que Hans andaría por allí. Es un secreto a voces, pero hacia el final de su carrera, algunas marcas ya le decían donde y cuando iban a probar el coche mediante un "informador anónimo".
Pero esto no significa que en los inicios fuese todo tan fácil. Hans G. Lehamnn fue perseguido por ingenieros cabreados, sufrió heridas al caer de un árbol espiando el circuito de pruebas de Ford, estuvo encarcelado en Argelia gracias a Audi, y un sin fin de anécdotas en la que invariablemente salen las palbaras "palo" y "cárcel". Pero al final, las marcas se dieron cuenta que era preferible facilitarle el trabajo, pues de este modo todos ganaban.
Control de daños
Así, muchas de las fotos espías que vemos en la prensa y en internet no son realmente fotos espías. Simplemente han sido pactadas por la marca con el fotógrafo o la agencia de turno para que salgan publicadas justo cuando a la marca le interesa. Y es que si no puedes con ellos, únete. La marca sabe que su coche lo van a fotografiar tarde o temprano, por lo que es mejor poner en marcha un control de daños y que se publique cuando a ella le interesa.
Recientemente, se está dando un paso más en el control de las fotos espías. Es cada vez más habitual que una marca publique ella misma las fotos espía de su coche con camuflaje (Aston Martin lo hizo recientemente con el DB11) e incluso invite a un reducido panel de periodistas para que vayan de pasajeros en alguno de los prototipos en la última fase de desarrollo del coche. Estos son los casos en los que se hace abiertamente, pero algunas marcas no dudan en sacar su prototipo por el Nordschleife en pleno día de salida turista (las touristfahrten), como quien no quiere la cosa, para asegurarse que se va hablar de su coche en todas las redes sociales y webs del motor.
¿Entonces es todo mentira? Por supuesto que no. Esa complicidad o tolerancia con algunos fotógrafos es simplemente un control de daños. Es imposible para una marca esconder su coche en las fases de pruebas. Siempre habrá alguien en ese momento que será lo suficientemente ágil para sacar su móvil, tirar un par de fotos o grabar un vídeo y lanzarlo a las redes sociales; aunque te vayas al sitio más recóndito del planeta. Ni en Namibia tus prototipos están a salvo, que se lo digan a Audi.
La clave es la oportunidad
Actualmente, una mujer ha tomado el relevo de Hans G. Lehmann como la espina clavada en el pie de las marcas. Se llama Brenda Priddy y vive en Nevada. Al año y medio de fotografiar para su marido un extraño coche que vio en la calle de su pueblo (era 1992 y resultó ser el Ford Mustang de 1994) se había convertido en una fotógrafa espía a tiempo completo. Su estilo es un poco diferente al de Hans G. Lehmann, Brenda no se esconde para fotografiar los coches, pero tampoco huye de los enfrentamientos con los pilotos, simplemente no les responde. Al fin y al cabo, sus fotos son tomadas en la vía pública y a la policía no le gusta mucho que un ingeniero alemán o francés amenacen a una fotógrafa local...
Y esto nos lleva a uno de los componentes esenciales de la fotografía de prototipos: la oportunidad. En el caso de Brenda Priddy y sus asociados, la oportunidad la buscan (tienen una red de informadores, conocen ya las rutas favoritas por las marcas). Sin embargo, si vives cerca del Nürburgring te resultará fácil conseguir vídeos y fotos de estos prototipos. Del mismo modo, si vives cerca del Valle de la Muerte, como Brenda Priddy, puedes estar seguro que en algún momento vendrán a probar los coches para comprobar la resistencia a altas temperaturas. Más cerca de nosotros, es habitual encontrarte prototipos en verano por Sierra Nevada y todo el año saliendo de IDIADA, cerca de Tarragona. Ten siempre a mano el móvil, nunca se sabe.
Fotos | Hans G. Lehamnn, ABC, Porsche, Aston Martin, DMA y J.M. Arrais
En Motorpasión | Así se camufla un coche con vinilo, a trocitos