Ayer hablábamos del Skoda Tudor, un prototipo del que decíamos que no había perdido vigencia a pesar de los años. Para afirmar esto me pregunté si realmente había prototipos que resultaban poco agradables a la vista en una década, y creo que el BMW Z22 responde a la pregunta.
Se presentó en el año 2000, fue realizado por BMW Technik y era su apuesta visionaria de cómo sería la berlina del año 2005. Por suerte, se equivocaron.
¿Qué aportaba el BMW Z22? Para empezar, una carrocería ligera gracias al uso de plástico y fibra de carbono, utilizando un chasis de bastidor (en vez de tubular). Se utiliza también una dirección electromecánica, con radio de giro variable según la velocidad.
Su motor estaba situado en la parte trasera para un mejor aprovechamiento del espacio. Incluía arranque por huella dactilar, control de luces automático y un HUD (proyección de información sobre el parabrisas).
¿Cuántos de estos elementos han llegado hasta nuestros días? Las luces automáticas, el HUD y la idea de reducción de peso. Y ahí podemos parar de contar. No fue un prototipo brillante, pero quién no lo intenta no lo consigue.
Moraleja, por si hay que aprender algo de esta historia: en la época en la que los monovolúmenes ya habían madurado, el futuro se veía como “todo monovolumen”. Ahora, en plena época SUV, la berlina del futuro también tiene forma de SUV. Quien no aprende de la historia está condenado a repetirla.
Más información | Km77
En Motorpasión | BMW Art Cars, las galerías