En el año 2009 Porsche abrió al público en Stuttgart, su ciudad natal, el Museo Porsche. Enclavado en un impresionante edificio de faraónica obra arquitectónica que se sustenta sobre tres únicos puntos, desde su inauguración han pasado por allí más de un millón de visitantes.
Nosotros no íbamos a ser menos, y con motivo de la inauguración de la exposición "Project: Top Secret!" que muestra los prototipos de la marca alemana que nunca llegaron a ver la luz, viajamos hasta los dominios de Porsche para conocer qué secretos guardaba Porsche en su almacén más restringido. ¿Os venís con nosotros a Stuttgart?
La colección "Project: Top Secret!" está formada por 16 vehículos, coches de todo tipo con una cosa en común. Todos ellos esconden una historia de lo más interesante. Comenzamos uno a uno el repaso por cada uno de los coches que estarán expuestos hasta el día 11 de enero en el Museo Porsche.
FLA, investigando cómo los coches podrían tener una vida útil más longeva
El primero de ellos es el FLA del año 1973. Llama la atención porque no tiene aspecto Porsche para evitar que la prensa dijese o especulase sobre si iba a ser el próximo modelo de la marca. Se trataba de un prototipo de investigación entorno a los long life car, o cómo podían conseguir que los coches tuviesen una mayor vida útil.
Enclavado dentro del "Proyecto de investigación de automóviles a largo plazo", este trabajo surge a raíz de un informe presentado por el Club de Rome sobre los límites de los automóviles de la época en cuanto a durabilidad. Fue entonces cuando el Ministerio Federal de Investigación y Tecnología encargó a Porsche el proyecto en el que se trabajó en la corrosión de los coches, que componentes debían llevar para mejorar su vida útil, buscando así lo que habría que cambiar en 20 años. El modelo definitivo se estima que podría soportar entre 17 y 20 años de uso, y podía ahorrar un 50% de materia prima respecto a un modelo normal, pero sería mucho más caro.
Este prototipo tenía el código interno 1989 y calculaban que podría alcanzar sin problemas 300.000 kilómetros de uso, gracias entre otras cosas a un motor 2.5 de 75 caballos, una potencia muy baja para poder aguantar dicha distancia. ¿El resultado tangible de este prototipo? Aunque no fabricaron ningún modelo de calle basado en el FLA, gracias a el la Serie J del Porsche 911 de 1975 incorporó chapas galvanizadas por ambos lados.
Porsche 924, speed record breaker
Para generar ruido con el lanzamiento en 1976 del Porsche 924, el deportivo económico de cuatro cilindros y 125 caballos, Porsche quería batir un récord de velocidad que consistía en hacer 10.000 millas con una velocidad media superior a 250 km/h. Para ello desarrollaron un Porsche 924 turboalimentado que desarrollaba 250 caballos y tenía una serie de novedades a nivel aerodinámico que saltan a la vista nada más verlo.
Llaman la atención los tubos de escape situados en las aletas laterales delanteras, así como las ruedas tapadas ligeramente por la carrocería, algo que no se podía usar en carreras pero que si ayudaría a mejorar la aerodinámica para conseguir su objetivo. El récord de velocidad estaba fijado en la agenda de Porsche para el mes de julio de 1977, pero finalmente nunca se trató de batir el récord porque Mercedes justo lo batió antes, así que pasó al museo.
Así se moldeó el Porsche 959
En el Salón del Automóvil de Frankfurt del año 1983, Porsche presentó el prototipo de coche para competir en los rallyes de Grupo B. La versión de calle derivada de este prototipo se llamaría Porsche 959, y a nivel de carrocería se tomó como base un 911. El prototipo 959 C29 fue sobre el que los ingenieros comenzaron a trabajar la aerodinámica de ese futuro modelo.
El coche que se expone en el Museo Porsche todavía mantiene las anotaciones de los ingenieros en aerodinámica, que hicieron un excelente trabajo tal y como demuestra el bajísimo coeficiente aerodinámico Cw 0,31 que alcanzó tras mucha horas de caros ensayos aerodinámicos. Una de las principales características de este coche era el alerón trasero integrado en el resto de la carrocería y los bajos carenados, que le permitían mantenerse bien pegado al suelo cuando el motor bóxer biturbo entregaba los 450 caballos y le catapultaba hasta los 315 km/h.
Porsche 989, el potencial Panamera de comienzos de los 90
En el año 1987 la situación financiera de Porsche no era precisamente sencilla. Fue precisamente en aquel momento cuando se decidió desarrollar el proyecto 989, el cual terminó en 1991. Su objetivo no era sencillo, ya que el 989 pretendía ser el primer deportivo familiar de cuatro plazas de Porsche.
El proyecto tuvo unos costes de desarrollo desmesurados que hacían que fuese imposible pensar en un lanzamiento al mercado del modelo definitivo por el precio que se habían fijado, 100.000 marcos alemanes. Para sacarle rentabilidad deberían venderlo por más de 150.000 marcos alemanes y alcanzar las 15.000 unidades al año, lo cual era demasiado ambicioso.
Como características técnicas hay que destacar que llevaba un motor de 340 caballos de potencia y cambio de doble embrague. A pesar de que fue presentado a la junta directiva, el proyecto finalmente fue cancelado en el año 1991, pero según nos dicen en Porsche, muchas de las ideas preconcebidas en este prototipo se aplicaron después en el 911 de la generación 996.
Prototipo del primer Porsche Panamera S
Este es el prototipo número 1 del Porsche Panamera S, un coche que los más veteranos en Motorpasión recordamos porque fueron muchas las ocasiones en las que apareció en nuestra web con el camuflaje interior y exterior que todavía luce en el Museo Porsche. El desarrollo del Porsche Panamera fue uno de los más exhaustivos de la historia de la marca.
Había que poner a punto un coche que tecnológicamente era muy avanzado y en el que todo el mundo pondría sus miradas ya que sería la primera gran berlina de Porsche. El Panamera incorporaba por primera vez en su segmento el cambio de doble embrague PDK, el primer start/stop combinado con caja de cambios automática, la amortiguación neumática con volumen adicional por cada resorte y otra serie de novedades nunca vistas hasta ahora.
Por ello se llevaron el prototipo a los climas más extremos del planeta. Lo probaron bajo el calor del Death Valley en Estados Unidos, pero también en Escandinavia con su característico frío polar. Una de las curiosidades en el desarrollo de este nuevo modelo fue que los probadores de la marca tuvieron que acostumbrarse a ir sentados en ocasiones en los asientos traseros, algo que salvo en el Cayenne no solían hacer muy a menudo. Así pues, llegaron incluso a dar vueltas con pasajeros en las cuatro plazas alrededor de Nürburgring Nordschleife.
Porsche Tipo 995
El siguiente coche que nos esperaba en la colección "Project: Top Secret!" nos llevaba de nuevo al pasado, a la época del FLA. Volvemos al año 1978 con este prototipo basado en el Porsche 928, nacido una vez más de un encargo del Ministerio Federal de Investigación y Tecnología. Los ingenieros de Porsche convirtieron el 928 en un coche en el que investigarían en materia de consumo, seguridad y emisiones de ruido.
Aquel prototipo ya incorporaba una caja de marchas de doble embrague con cinco velocidades que se combinaba con dos motores que, a pesar de sus diferentes arquitecturas, ambos buscaban la mayor eficiencia. Por un lado llevaba un motor V8 de tres litros con desconexión automática de cilindros, y por otro lado un cuatro cilindros en línea de 2,2 litros.
De aquel prototipo, además de la caja de cambios de doble embrague en sí misma, hay que destacar también que esta permitía, gracias a su control electrónico, pasar de una marcha a otra sin tener que levantar el pie del acelerador. Con el consiguieron consumos medios de 9 l/100 km, y sirvió para afinar algunas soluciones como los autoblocantes que luego se incorporaron en algunos modelos deportivos de Porsche.
Prototipo P.E.S Tipo 960
Una vez más el Porsche 928 sirvió como base para el desarrollo de este prototipo P.E.S (Porsche Experimental Structure), en el que se trabajó en la seguridad y construcción ligera. El objetivo que tenían con el era conseguir reducir al mínimo el peso del conjunto sin reducir el número de piezas importantes para la seguridad.
Por ello en este prototipo vemos los primeros largueros en aluminio en un Porsche, para investigar cómo absorben energía. Las puertas, las aletas delanteras y el capó eran de aluminio, pero también lo era la construcción completa del eje delantero. Si nos vamos al interior nos encontramos con un asiento para niños integrado en túnel central, una solución que nunca llegó a aplicarse a los coches de gran serie.
Además fue el primer coche en el que se trabajó en un sistema de control de presión de los neumáticos. Mecánicamente llevaba un motor de ocho cilindros en línea con 250 caballos (parecido al del Porsche 928 de calle al cual hicimos una retroprueba) con desconexión selectiva de cilindros y caja de cambios PDK. Su peso era de sólo 1.090 kilos.
Mañana seguiremos haciendo un repaso del resto de coches de "Project: Top Secret!". Continuará...
En Motorpasión | Visita al Museo Porsche: la colección "Project: Top Secret!" (parte 2)