Pocos robos de coches con un final como este: se llevaron su pick-up y a los tres días apareció aparcada en el mismo sitio. Y la policía no tuvo nada que ver.
Le ha pasado al dueño de una cafetería en Auckland, Nueva Zelanda. Aún debe estar alucinando con el capítulo que acaba de vivir: y es que el ladrón no sólo de devolvió el coche, también dejó una nota de disculpa. Y de paso hizo de Papa Noel para su hijo pequeño.
"Lo siento, estaba borracho y necesitaba volver a casa. Te dejaste las llaves puestas"
Varun Chada es el dueño de Kati Street, una pequeña cafetería de la que es la ciudad más grande y poblada de Nueva Zelanda. El pasado 14 de diciembre había terminado su jornada y cerrado el local. Ya estaba montado en su Holden Colorado cuando cayó en la cuenta de que se había olvidado algo dentro del establecimiento.
La pick-up estaba aparcada justo enfrente, así que dejó las llaves puestas. Total iba a tardar menos de un minuto y estaba a plena luz del día (eran sobre las 14:00 horas). No pudo arrepentirse más de aquella decisión: segundos después al volver, su Colorado ya no estaba.
Chada denunció el robo a la policía. También publicó un post en su página de Facebook de el fatídico capítulo, describiendo y subiendo una foto de su Holden Colorado, incluyendo el número de matrícula. Asimismo del propio ladrón captado por una cámara de vídeo. La clásica petición de ayuda en redes sociales que bastantes veces funciona.
Y lo cierto es que Facebook hizo su magia: no pocos compartieron el post, según ha reconocido Chada. Quizá por miedo al escarnio público, o quizá por mero arrepentimiento, el ladrón decidió devolvérselo: tres días después la Holden Colorado estaba aparcada exactamente en el mismo sitio donde desapareció.
En el interior Chada encontró una nota de disculpa: "Hey tío, te devuelvo tu pick-up. Lo siento, amigo. Estaba borracho y necesitaba volver a casa. Te dejaste las llaves puestas". Y para mayor muestra de su arrepentimiento dejó además varios juguetes de regalo para su hijo pequeño. Nuevos y de marca, según ha comentado Chada a New Zealand Herald.
De hecho, la Colorado regresó sin daño alguno. Lo único el ladrón en su periplo había gastado un cuarto del depósito de combustible. Además quitó la tienda de techo, pero la colocó después. Por lo demás no faltaba nada en el habitáculo y la carrocería estaba impoluta.
Pese a las buenas intenciones, esto no le exime de haber cometido un delito. Si bien Chada ha notificado a la policía local que le ha devuelvo su Holden Colorado, aún siguen intentando dar con el paradero del ladrón. Para ello están usando precisamente las imágenes grabadas por el establecimiento vecino a Kati Street, que grabaron el momento en el que se llevaba la pick-up.
Aunque no se puede negar que cualquiera que firmaría por tener un final como el dueño de esta cafetería en caso de que le roben el coche. Sea como fuere, cometió un error que nunca debe hacerse: dejar las llaves en el contacto.
Fotos: Kati Street en Facebook.