Con la cuenta atrás ya activada para el adiós de Nissan a sus fábricas de Barcelona y el ánimo caldeado, ahora ha salido a la luz una ilusionante propuesta que promete la continuidad de la producción de los modelos fabricados en la actualidad en estas instalaciones, así como mantener todos los puestos de trabajos directos y la mayoría de los indirectos. Y tras todo ello está Andy Palmer, exCEO de Aston Martin, que se encargaría de liderar dicho proceso de reindustrialización.
El proyecto es una propuesta del proveedor belga Punch, que en la actualidad cuenta con más de 1.750 empleados y factura 500 millones de euros, y desde el 1 de enero de 2022, es decir, el día después de que Nissan se vaya de la Ciudad Condal, pretende hacerse cargo de las instalaciones.
Según ha informado Europa Press, el del Grupo Punch es una de las 17 propuestas que se han recogido en torno al futuro de las instalaciones de Nissan en Barcelona, como por ejemplo el de la catalana QEV Technologies.
El plan de Punch es continuar fabricando durante 12 o 18 meses las pick-up Nissan Navara y Renault Alaskan, así como la furgoneta eléctrica e-NV200, cuya producción también ha caído drásticamente.
Para poder acometer dicha producción, cuenta con un acuerdo de licencia de uso de propiedad intelectual otorgado por Nissan. El objetivo es añadir a dichos modelos nuevas tecnologías propias para que cumplan con las cada vez más estrictas normas de emisiones europeas.
Posteriormente, tras ese año o año y medio de margen, el objetivo de la firma belga es compaginar la producción de los coches Nissan con un modelo bajo su propia marca. Por ahora no se conocen detalles ni la denominación del mismo.
El resultado de todo ello es que, según prometen, aseguraría la continuidad de los 2.200 trabajadores de las factorías de Zona Franca, Sant Andreu y Montcada i Reixac, así como la mayor parte de los empleos de la industria auxiliar.
Un proyecto hacia la movilidad eléctrica, con el exCEO de Aston Martin a la cabeza
Hay que tener en cuenta que el Grupo Punch, que cuenta con más de 40 años de experiencia en sectores como el de la automoción y la tecnología, ha invertido en los últimos años 420 millones de euros en actividades de Investigación y Desarrollo (I+D), maquinaria e instalaciones, y tiene experiencia en proyectos de reindustrialización, con instalaciones en Francia, Bélgica, Reino Unido, Eslovaquia y China.
Un aspecto llamativo es que el proyecto de reindustrialización del grupo Punch estaría liderado por Andy Palmer, exCEO de Aston Martin y antiguo director de operaciones y de proyectos de Nissan Motor Corporation.
A todo ello hay que sumar algunos importantes hitos recientes de la compañía, como la adquisición del Centro de Ingeniería de Propulsión de General Motors en Turín (Italia) para crear motores de combustión de bajo consumo y emisiones, y el viraje dado hacia la electrificación este 2021.
Primeramente anunció la apertura de Punch Hydrocells, una nueva compañía ubicada en Turín para el desarrollo de sistemas de propulsión y almacenamiento de energía a base de hidrógeno; y posteriormente, otra empresa conjunta con Marelli para el desarrollo y montaje de ejes eléctricos integrados para vehículos eléctricos.
Un impulso hacia la movilidad eléctrica que en el futuro, si finalmente Punch se asienta en las fábricas catalanas por ahora de Nissan, podría ser clave para el desarrollo de España en este sector.
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