Comprarse un Nissan GT-R y no comprobar hasta dónde puede llegar no está contemplado, hay muchos deportivos y todos ellos están desarrollados para buscar prestaciones y sensaciones, pero el GT-R tiene algo más. Aparte de ese halo de coche para locos de las prestaciones y de ser un tapado para los profanos, el Nissan GT-R es una auténtica máquina de sensaciones.
Pero para disfrutarlo de verdad hay que entrar en circuito, en carretera un aparato como éste no te entrega ni el 20 por ciento de su potencial sin que incumplas unas cuantas normas. En este vídeo tenemos un GT-R buscando su velocidad punta en carretera y ocurre una de esas cosas que no se suelen prever, revienta un neumático.
¿Cuántos accidentes se producen por fallos mecánicos? Por suerte en este caso todo queda en el susto.