La marca británica MINI, ahora en manos de la alemana BMW, ha estado construyendo sus coches en la planta de Oxford desde hace quince años. Ese tiempo le ha servido para haber fabricado ya tres millones de unidades. El coche tres millones, un MINI John Cooper Works Clubman, se fabricó la semana pasada.
Sin duda se trata de muy buenas cifras para un proyecto, el del renacimiento de la marca MINI en manos del Grupo BMW, en el que algunos no confiaban a comienzos de este milenio. Por aquel entonces, de la fábrica de Oxford salían 300 coches al día, pero hoy el ritmo de producción es tan alto que se fabrica un coche cada minuto.
Eso supone que en Oxford se fabrican ni más ni menos que 1.000 coches al día, de los cuales el 80% se exportan para los 110 mercados en los que operan. Si nos vamos a las cifras históricas, el primer año de MINI se vendieron 40.000 en todo el mundo, mientras que en 2015 alcanzaron los 340.000 MINI vendidos.
Estos números refrendan el éxito de la familia MINI, una marca que comenzó con un único modelo de carrocería hatch y que ahora cuenta con multitud de modelos que se extienden a otros segmentos de lo más diversos. La pregunta es, ¿si Sir Alec Issigonis levantase cabeza estaría orgulloso de cómo ha evolucionado su MINI original de 1959?