Estados Unidos sufre de vez en cuando las iras de la naturaleza en forma de tornado, y los últimos han dejado una huella considerable: más de 200 muertos y pánico a lo largo de casi 600 km de terreno. Ha afectado fundamentalmente los estados de Alabama, Georgia y Tennessee.
La fábrica Mercedes de Tuscaloosa ha sido dañada de forma directa, y los proveedores han cesado sus suministros, paralizando la producción. Esperan retomar la fabricación de la clase GL, M y R en breve, de momento llevan tres días parados.
En cuanto a la Toyota de Huntsville, que fabrica motores V6 y V8 para consumo nacional, se quedó a oscuras por un apagón, tuvo algunos daños menores y parón de suministros. Esperan volver a la normalidad después del fin de semana. Otras plantas del estado como la de Hyundai en Montgomery y la de Honda en Lincoln no han sufrido ese destino.
Sin embargo, el impacto en los proveedores afecta a todos, porque las fábricas no producen todas las piezas que montan. La industria del automóvil es muy dependiente de la auxiliar, en este caso fabricantes de componentes como centralitas y similares.
Fuente | Automotive News