El pasado día 14 de agosto el fabricante de coches deportivos Wiesmann presentó en los juzgados de Münster (Alemania) una declaración de insolvencia. En otras palabras, que no tienen dinero y necesitan protección judicial mientras encuentran nueva financiación o inversores con poco sentido del riesgo.
Tiempos difíciles no solo para los grandes fabricantes generalistas, sino también para los artesanales y de bajo volumen. Wiesmann aparece en 1985 cuando dos hermanos empezaron a diseñar un coche en casa. Hoy día fabrica deportivos de estilo muy retro, pero con mecánicas BMW repletas de testosterona y cilindrada.
Lamentablemente para los puristas, estos coches tienen poca salida al mercado y son muy caros. Si al descenso de ventas le sumamos mayores costes de producción, las mates no salen. Esperemos que encuentren financiación y no desaparezcan. Solo por haber montado en uno de copiloto, os digo que merecen existir y sobrevivir.