Durante el pasado Salón del Automóvil de Barcelona se desveló el precio que iba a tener el Tata Nano en Europa, entre 3.000 y 4.000 euros y cumpliendo con las normativas europeas de emisiones y seguridad. Ciertamente es un precio de derribo, pero si saliese al mercado ahora mismo se toparía con unos brutales descuentos.
Si nos pudiésemos acoger al Plan 2000E con ayuda de comunidad autónoma, hablaríamos de un coche por menos de 2.000 euros. Sin embargo, actualmente Tata tiene unas ofertas difíciles de rechazar cuando se busca coche nuevo y el presupuesto es corto de narices.
Para empezar, el Tata Indica, 4.532 euros en versión turbodiesel DLS. Es el utilitario más barato del mercado, pero hay que tener en cuenta que estos elementos faltan en su equipamiento de serie: ABS, airbag de pasajero y antinieblas. La versión DLX sí incorpora estos elementos.
El familiar derivado del Indica, Tata Indigo, se ofrece por 7.484 euros en versión DLS también, con cuatro años de garantía. Sin el descuento sigue siendo el familiar más barato del mercado. Equipa aire acondicionado, radio CD MP3, ABS, doble airbag y paquete eléctrico entre otras cosas.
En cuanto a los grandotes, las ofertas también son muy agresivas. El pick-up Tata Xenon se ofrece por 11.585 euros en versión SC 4×2, mientras que el todoterreno Tata Grand Safari se ofrece por 13.168 euros (km 0). Uno tiene tres años de garantía, el otro cuatro. No sólo se ahorra con el precio de compra sino también con el mantenimiento.
No pretendo engañar a nadie, he conducido el Indica GLX, Xenon 2.2 y Grand Safari 2.2. Por lo que cuestan nadie te ofrece un modelo equivalente, siempre hablando de unidades nuevas. Tienen notables carencias tecnológicas y defectos de calidad que en un coche europeo no se encuentran hoy día.
Eso sí, considero que es mejor moverse en un Indica que en un Fiesta con 15 años, o usar un Safari en vez de un Patrol de los viejos. Suponen una buena alternativa para quien tenga recursos muy limitados, pues sabe que a menos que haya problemas muy gordos con postventa el mantenimiento va a ser muy reducido, y todos los costes son importantes.
Todos los precios que he dado incluyen los descuentos promocionales y ayudas a la compra si se achatarra un vehículo con más de 10 años o 250.000 kilómetros. Cuando llegue el Nano, aunque ninguno por aquí se lo vaya a comprar, no nos queda más remedio que admitir la razón de su existencia, y que se venda. Cubre necesidades básicas de desplazamiento, y punto.
Pruebas en Motorpasión | Tata Xenon (parte 1, parte 2), Tata Grand Safari (parte 1, parte 2)