Empieza la Semana Santa en España y con ella 14,6 millones de desplazamientos previstos por la DGT; 3,7 millones en la primera fase. Los precios de los carburantes y el IPC disparado siguen marcando unas vacaciones -para algunos- que van a incidir en el bolsillo del consumidor.
Ni la gasolina ni el diésel han experimentado bajadas de precio significativas, a pesar de un desplome de los futuros del barril de crudo Brent.
La gasolina sin plomo 95 está hoy a 1,79 euros el litro de media. Apenas ha bajado en los últimos 10 días, arrancando el mes de abril en 1,817 euros y no muy lejos del máximo histórico de 1,873 euros.
Lo mismo para el gasóleo A, que cuesta de media 1,805 euros el litro (a principios de mes costaba 5 céntimos más).
Por su parte, la gasolina sin plomo 98 sigue rozando los dos euros, a 1,928 euros mientras que el gasóleo A+ cuesta 1,886 euros el litro.
A estos precios medios hay que restar 20 céntimos por litro, pues el día 1 de abril entró en vigor la bonificación extraordinaria en carburantes que el Gobierno, mediante decreto-ley, ha aprobado.
Hasta el 30 de junio, esta rebaja de 0,20 euros -como mínimo- por litro de gasolina o diésel se aplicará tanto a particulares como a empresas y autónomos, y las gasolineras están obligadas a indicarlo de forma explícita en el ticket.
En 2019, la ultima Semana Santa sin restricciones de movilidad, la gasolina sin plomo 95 se pagaba a 1,325 euros, y el gasóleo a 1,238 euros el litro.
Como vemos, mientras que el precio de los carburantes se mantiene estable, el del crudo Brent -el de referencia en Europa- ha bajado en las últimas semanas, animado por las sanciones a Rusia y la liberación de reservas estratégicas.
Así, ha bajado de la barrera de los 100 dólares, y ahora cotiza a 98 dólares el barril, más de un 4 % menos y lejos de aquellos 139 dólares que los futuros llegaron a marcar debido a una "preocupación excesiva" por parte de los contratistas.