El lunes 15 de abril uno de los principales implicados en el Dieselgate de Volkswagen, Martin Winterkorn, ex presidente de la firma alemana, ha sido imputado por decisión de la Fiscalía de Braunschweig.
La Fiscalía germana ha procedido a la imputación de Winterkorn por los cargos de estafa grave y vulneración de las normas contra la competencia desleal al entender que ha sido parte fundamental en el proceso estratégico que dio lugar al escándalo de emisiones más sonado en la historia de la automoción.
Winterkorn, el teórico principal artífice del Dieselgate
Martin Winterkorn dimitió de su puesto en 2015 "consternado por los acontecimientos", pero garantizándose por el camino una multimillonaria pensión de 28,6 millones de euros, aparte de otras prebendas. El hasta entonces mandamás de Volkswagen trató de eludir sus responsabilidades pero la Fiscalía no estaba dispuesta a dejarle escapar así como así, y ahora se ha materializado en una acusación formal.
La Fiscalía imputa a Winterkorn los cargos de estafa grave, vulneración de leyes contra la competencia desleal, falsedad documental entre 2006 y 2015, malversación y evasión fiscal. Estos cargos se sustentarían en el teórico conocimiento de lo que estaba ocurriendo en su empresa al menos desde abril de 2014 y no haberlo comunicado y se suman a los delitos de conspiración para defraudar a los Estados Unidos, fraude electrónico y violación de la Clear Air Act, la ley de protección medioambiental estadounidense.
Hasta ahora Winterkorn se había ido de rositas mientras que Volkswagen ha tenido que hacer frente a sanciones multimillonarias que han provocado la aceleración de su programa de electrificación, forzándose a entrar en el segmento de los coches híbridos y eléctricos de manera anticipada.
Las investigaciones contra Winterkorn en Alemania se iniciaron de forma independiente a las iniciadas en Estados Unidos, donde estalló el caso Dieselgate y a otras fiscalías europeas que concluyeron con acusaciones de las que el directivo ha tratado de evitar refugiándose en Alemania.
Así funcionaba el software del Dieselgate
El escándalo de emisiones gestado presuntamente por los directivos de Volkswagen hizo saltar por los aires buena parte de la credibilidad del conglomerado alemán. Se demostró que la marca instalaba en los motores diésel de la serie EA189 un software inteligente capaz de ocultar las cifras de emisiones reales de sus vehículos.
Este software funcionaba reconociendo el momento en el que el coche entraba a un rodillo de pruebas. En ese momento el sistema cambiaba el comportamiento de la electrónica para que las cifras de emisiones que se arrojaban fueran inferiores a los reales, y cuando el coche volvía a salir de los rodillos se recuperaban las métricas habituales.
El escándalo ha llegado incluso hasta entes públicos alemanes que se han visto afectados por los coches manipulados en sus flotas, por lo que el estado de Baden-Wurtemberg volvió a demandar de nuevo en 2018 a Volkswagen al entenderlo como una "obligación presupuestaria" por la que no habrían sido compensados económicamente por la marca.