Antes siquiera de haber recibido los primeros pedidos de sus coches, antes de haber llevado a la producción ningún modelo, y poco después de haber comenzado las obras de su factoría en Nevada, las cosas no pintan nada bien para Fadaray Future.
El problema de las startup es que pueden desaparecer tan rápido como aparecen. De la noche a la mañana alguien tiene una idea y busca financiación. Si no la encuentra, desaparece, y si la encuentra puede que también. Otros tienen la idea y el dinero, y ni con todos sus billetes y buenas ideas son capaces de montar una marca que perdure en el tiempo.
La preocupación (fundada) de Nevada
Este último caso es el de Jia Yuenting, el magnate de la tecnología que apareció de forma más o menos misteriosa en Silicon Valley, fundó Faraday Future, llamó la atención con un batmóvil de 1.000 CV eléctrico y ahora trata de captar el interés de los clientes con una serie de teaser que muestran un prototipo, rival del Tesla Model 3, en desarrollo.
Promesas vacías como reinventar la rueda, proyectos megalómanos como una megafactoría que es poco más que un terreno polvoriento excavado en el desierto... No hay fortuna ni hype que sustente una marca que es incapaz de vender un solo producto. Ni siquiera es capaz de fabricar un producto.
"Está claro que el señor Jia no tiene dinero suficiente, y Leshi no genera beneficios, por eso estoy preocupado". Así de tajante se ha mostrado Dan Schwartz, el tesorero del Estado de Nevada, al ser preguntado por el proyecto que Faraday Future pretende acometer en su territorio. Las prebendas concedidas por las autoridades estatales han logrado facilitar el asentamiento de la empresa de capital chino.
En una entrevista concedida a China Daily, Schwarz opinaba que "los proyectos que Jia ha emprendido, incluidos los de China, aparentan ser realmente difíciles de llevar a cabo. Si miras a Leshi (el brazo financiero de LeEco) y ves sus 6.000 millones de beneficios, los 50 millones de beneficios suponen menos del 1%, mientras que las tiendas de alimentación rondan entre el 2% y el 3%"
Cuando hablábamos sobre la detención de las obras de construcción de la factoría de Faraday Future en Nevada podíamos pensar que era algo puntual que podría solucionarse. Lejos de que esto tuviera un final feliz, las propias autoridades de Nevada ponen en duda la viabilidad de un proyecto que, según ellos mismos, tiene muchas más sombras que luces.
Ya sea porque Jia no tiene dinero suficiente o, como apuntan otras fuentes, no esté invirtiendo el dinero necesario el futuro de la marca de las dos efes es ciertamente incierto. Más aún cuando el propio Jia a manifestado su intención de replantear el núcleo de su negocio hacia los sectores más rentables, lo que vuelve a dejar a Faraday Future en entredicho.
El contraataque de Jia Yueting
Y en la otra esquina del cuadrilátero: Jia Yueting. El propietario de la marca ha respondido a las afirmaciones de Schwarz de manera más tajante aún, con el calificativo de difamación. "Las acusaciones del tesorero de Nevada son totalmente infundadas e inconsistentes con los hechos. Sospechamos que hay ciertos intereses difamatorios, pero nuestros canales de comunicación siguen abiertos".
Hace en torno a un año que apareció por primera vez el nombre de Faraday Future, una compañía dispuesta a aguarle la fiesta a Tesla con un nuevo concepto de coche 100% eléctrico, autónomo y producido en Estados Unidos, pero bajo capital chino.
Desde entonces, lo más cerca que han estado de materializarse sus promesas ha sido el comienzo de las obras de la que iba a ser su factoría al norte de Las Vegas (Nevada). La némesis de la Gigafactory de Tesla, que por el momento ha detenido sus obras por un supuesto impago de 21 millones de dólares a AECOM, la empresa constructora.
La multimallonaria y faraónica obra que Faraday Future tiene proyectada, está sustentada en gran parte por una financiación del propio estado de Nevada hacia la compañía china de 335 millones de dólares. De ahí la preocupación del señor Schwarz.
Y no es para menos. Yueting puede provocar un considerable agujero en las arcas del Estado, además de en la reputación y la credibilidad financiera de Nevada.
Fotos | Faraday Future
Vía | Jalopnik