La dirección de Nissan y los sindicatos han conseguido llegar a un principio de acuerdo para el cierre de las tres plantas que la compañía japonesa tiene en Cataluña (Zona Franca, Montcada i Reixach y Sant Andreu de la Barca) que la compañía anunció el pasado 28 de mayo.
Tras una reunión telemática de 36 horas, ambas partes han alcanzado un preacuerdo que recoge retrasar el fin de las operaciones industriales de Nissan un año entero, hasta el 31 de diciembre de 2021, y no llevar a cabo despidos traumáticos durante el periodo de vigencia de la actividad industrial para ninguno de sus más de 2.500 trabajadores, tal y como ofertó la multinacional en su ultimátum dado cuando las negociaciones parecían rotas.
Mejoras en las indemnizaciones
Tras el no de los empleados, la compañía reconsideró su posición y se entablaron de nuevo las conversaciones hasta que finalmente se ha logrado un pacto que este jueves se debe ratificar en la asamblea de trabajadores y que contempla también indemnizaciones superiores a lo estipulado en la actual legislación laboral.
En el acuerdo se detalla además que los nacidos antes del 31 de diciembre de 1966 tendrán una indemnización del 90% del salario neto garantizado hasta los 62 años, con la percepción de la retribución del Convenio Especial de Seguridad Social hasta los 63 años de edad.
Para los nacidos en 1967, la compensación será el 85% del salario neto hasta los 61 años; para los nacidos en 1968, el 80% del salario neto hasta los 61 años; los nacidos en 1969 recibirán el 75% del salario neto hasta los 61 años, y para todos los grupos anteriores se garantizará el pago del Convenio Especial de Seguridad Social.
Para los nacidos en 1970 en adelante, se garantizará una indemnización de 60 días por año sin límite de anualidades, mientras que aquellos que opten por la reindustrialización percibirán el equivalente a 50 días de indemnización sin límite de anualidades y con una percepción lineal de 750 euros por cada año de antigüedad.
Vuelta al trabajo
A cambio, los empleados abandonarán su huelga indefinida en los centros de Montada y Reixac y Sant Andreu de la Barca, en la que llevan inmersos 95 días, a fin de reactivar la actividad y poder cumplir con las entregas de la pick-up Clase X de Mercedes-Benz que tiene comprometidas con la marca alemana bajo "fuerte multa" ante el incumplimiento del contrato.
Precisamente la gota que terminó de colmar el vaso de la paciencia de los trabajadores de Nissan en Barcelona justo antes de que se iniciase la huelga fue la decisión de la cúpula de la marca de retomar la actividad tras el parón por la pandemia dando prioridad a la línea 2 de montaje, en la que se fabrica la Clase X, a fin de satisfacer los deseos de la marca alemana.
Acerca del porvenir de Nissan Barcelona, las partes implicadas se comprometen de manera conjunta con las administraciones centrales y autonómicas a favorecer la incorporación de proyectos para la reindustrialización de las instalaciones, garantizando el empleo durante los tres primeros años. En caso de que no fuese así, los empleados cobrarán las cantidades pendientes de percibir con un mínimo de 25.000 euros.
En cuanto a los posibles candidatos a ocupar las instalaciones cuando Nissan se marche, a finales del pasado mes de julio se conoció que un fabricante sueco de baterías es el proyecto más sólido, aunque por el momento un hipotético acuerdo aún está muy lejos.
Otro productor europeo de baterías y dos fabricantes de automóviles chinos son las otras tres posibles alternativas más viables. Por el momento toca esperar a ver la evolución, eso sí, con los empleados de Nissan Barcelona trabajando al menos hasta finales del próximo año.
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