Si piensas en un fabricante de asientos de coche, lo más probable es que rápidamente te venga a la cabeza Recaro. La marca alemana es una de las más importantes de la industria, solo hay que ver la cantidad de coches míticos que llevan estampado su logotipo en los asientos, desde superdeportivos de primer nivel a otros más populares, como varias generaciones del Volkswagen Golf GTI o el último Ford Fiesta ST.
Por desgracia, Recaro no atraviesa su mejor momento y, según apunta el medio Autocar, está en quiebra. La bancarrota solo afecta a la división Recaro Automotive del grupo Recaro, es decir, a la empresa que fabrica asientos de coches.
Recaro es una de las referencias en el mundo de los asientos de coche
Son tiempos extraños para la industria del automóvil porque es el momento de las últimas décadas en el que más cambios se están produciendo, tanto por la electrificación, como por la situación de la economía global y por el imparable avance de los fabricantes chinos.
Por eso, hay muchas compañías que no lo están pasando bien, y no solo hablamos de start ups, como Lightyear, Fisker o Sono Motors, sino de firmas históricas, como Recaro Automotive.
Tanto es así que sus inicios se remontan a 1906, cuando se fundó la compañía Wlhelm Reutter as Stuttgarter Carosserie und Radfabrik, que décadas después acabaría fabricando la carrocería del Porsche 356 y, más tarde, convirtiéndose en Recaro (de Reutter + Carosserie) y especializándose en la fabricación de asientos deportivos.
Según señala el medio Autocar, Recaro Automotive está en bancarrota. Se trata de la división de asientos de coche del Grupo Recaro, que también tiene otras áreas de negocio a través de sus diferentes empresas, desde los asientos de avión, con Recaro Aicraft Seating, hasta Recaro Gamin y Recaro Child Safety, especializadas, respectivamente, en asientos de eGames y sillitas/carros de niños.
No es una situación nueva para Recaro Automotive porque ya ha pasado por varios momentos delicados a nivel financiero desde que se fundó en 1963, hasta el punto de que ha tenido varios dueños a lo largo de sus más de seis décadas de historia. Hace cuatro años fue vendida a un fondo de capital privado de Detroit denominado Raven Acquisitions y las cosas no han ido bien desde entonces.
La empresa cuenta con 215 trabajadores en su fábrica de Kircheim unter Teck, en Alemania, y la situación de quiebra les ha cogido a todos por sorpresa. A lo largo de los próximos días, el sindicato alemán IG Metall podría reunirse con los representantes del personal para explorar soluciones.
Que Recaro Automotive muera es poco probable, dada su trayectoria y la relevancia que tiene está marca dentro del sector. Bien es verdad que buena parte de su negocio se basa en el mercado OEM, es decir, en vender asientos como accesorios, y desde que los coches adoptaron los airbags en los asientos, es mucho más complicado sustituir un asiento de fábrica por uno que vende Recaro o cualquier otra marca, como Sabelt o Sparco. Además, hay que tener en cuenta que los asientos de Recaro no son baratos y hay muy poca gente dispuesta a pagarlos, por mucho que nos gusten a todos.
Tampoco que ayuda que cada vez haya menos coches de enfoque deportivo, especialmente deportivos populares que se vendían relativamente bien. Recaro ha sido proveedor de muchas marcas de coches desde su creación, como Porsche, Volkswagen o Ford, pero cada vez hay menos modelos que lleven sus asientos.
Una posibilidad que no se puede descartar es que algún grupo de inversión chino compre la firma y continúe con la línea de negocio, pero existe el riesgo de que la calidad y el buen hacer que han caracterizado siempre a Recaro se pierdan por el camino, como ha ocurrido en tantos otros casos.
Por su parte, Recaro Aircraft Seating, Recaro Gaming, Recaro Safety, Recaro Rail y Recaro Special Applications no parecen tener problemas y la quiebra de Recaro Automotive no debería afectarles.