La Fiscalía de Múnich ha presentado cargos contra el que fuera CEO de Audi, Rupert Stadler, por su supuesta implicación en el Dieselgate. El exdirectivo fue arrestado en junio de 2018 en Alemania por presunto fraude, falsificación de certificados y publicidad falsa en el mercado europeo.
Stalder fue destituido por el Grupo Volkswagen en octubre de 2018 y ese mismo mes salió de prisión. Ahora la Fiscalía le acusa de haber estado al tanto de las manipulaciones en vehículos Volkswagen y Audi desde septiembre de 2015, sin impedir la venta de los mismos.
Stadler conocía el fraude, según la Fiscalía
Stalder permanece bajo investigación criminal por su papel en el escándalo de emisiones que afecta al Grupo Volkswagen, que en 2015 admitió haber instalado un software ilegal que maquillaba las emisiones de partículas contaminantes de sus vehículos en banco de prueba.
Los acusados incluyen al exgerente de Audi y Porsche, Wolfgang Hatz, así como a dos ingenieros que habrían formado parte del encubrimiento del engaño. Hatz, quien fue jefe de I+D en Porsche y responsable de desarrollo de motores en Audi y el Grupo Volkswagen, pasó varios meses bajo custodia en 2017 y 2018 por su presunto papel en el escándalo.
"Stadler está acusado de haber estado al tanto de las manipulaciones desde finales de septiembre de 2015, a más tardar, pero no impidió la venta de los vehículos Audi y Volkswagen afectados a partir de entonces", ha dicho el fiscal del caso en un comunicado recogido por Autonews Europe.
Hay otros 23 sospechosos que están siendo investigados. También están pendientes más investigaciones, incluida una sobre la manipulación del mercado dirigida al actual CEO del Grupo alemán, Herbert Diess, el presidente Hans Dieter Poetsch y Martin Winterkorn, acusados de haber informado a los mercados demasiado tarde sobre el caso del diésel y sus efectos.
A finales de 2018 la firma de los cuatro aros nombró a Abraham Schot presidente interino del Consejo de Amdinistración de Audi, que incluye a Ducati, Lamborghini e Italdesign Giugiaro.
Hasta la fecha, el Dieselgate le ha costado al Grupo alemán alrededor de 30.000 millones de euros.
Foto | ITU/R.Farrell