Después de casi ocho horas de vuelo, ya has cruzado el charco. Te las prometías conduciendo de Nueva York a California, en un road trip de película. Y por fin te traen tu coche de alquiler. Un Tesla, si tienes suerte, o un pequeño Chevrolet Bolt, si no la tienes. ¿Ah, no habías pedido un coche eléctrico? Se siente. Es lo que hay.
En Estados Unidos, algunas compañías de alquiler de coches están entregando coches eléctricos a sus clientes sin que éstos hayan pedido expresamente uno.
Le ha ocurrido a Desai, de The Atlantic, por ejemplo. Pidió un coche económico en Hertz y le dieron un Chvevrolet Bolt. No es algún caso aislado. Este fenómeno ya tiene hasta nombre, 'eléctrico por sorpresa' (surprise EV, en inglés).
Según cuentan en 'The Atlantic', es una práctica cada vez más extendida en ese sector. Los rent-a-car parecen preferir los coches eléctricos antes que un modelo con motor de gasolina, a pesar de que sólo el 4% de los estadounidenses tiene un coche eléctrico.
Las compañías de alquiler de coches no proponen coches eléctricos a mansalva, al menos en Estados Unidos, por una simple cuestión de lavado de imagen. Los coches eléctricos pueden ser una opción muy tentadora a la hora de reducir los costes de mantenimiento de unos coches que pueden llegar a recorrer más de 20.000 km al año.
Si bien un coche eléctrico es más caro a la hora de comprar (aunque los rent-a-car suelen obtener sustanciales descuentos), es más barato de mantener. Un coche eléctrico, con apenas partes móviles que se pueden desgastarse o romperse frente a un gasolina o diésel, permite notables ahorros en mantenimiento para la compañía. De hecho, el mantenimiento se reduce al cambio de neumáticos, rara vez alguna que otra pastilla de freno, rellenar el líquido del limpiaparabrisas y poco más.
Además, los coches eléctricos parecen conservar su valor más tiempo, un factor importante si tenemos en cuenta que las empresas de alquiler de coches tienden a venderlos al cabo de uno o dos años. Aunque ese punto es más cierto cuando hablamos de un Tesla o Porsche Taycan, que de cualquier otro eléctrico.
Tampoco podemos pasar por alto que sí, existe una cierta demanda por alquilar coches eléctricos, pero es muy dispar según la geografía, como veremos más adelante.
Para el usuario, en cambio, esto implica que para decenas de miles de personas, su primera experiencia con un coche eléctrico será por las bravas con un coche de alquiler. Y el problema no es el coche en sí, sino todo lo que conlleva viajar con un coche eléctrico y todo a lo que el incauto cliente no está preparado.
Desde la autonomía en carretera, que obliga a recargar cada pocas horas, según la ruta y el coche, hasta cómo pagar en ese punto de carga, todo será una experiencia negativa para quien no esté preparado.
Resumiendo, es una pésima publicidad para el coche eléctrico. “No es muy inteligente", explicaba Loren McDonald, consultora en movilidad eléctrica a The Atlantic. Al amplificar así los condicionantes de los coches eléctricos, poca gente querrá dar el paso a un eléctrico después de haberse visto en esta situación.
En España, todavía hay poco coche eléctrico para alquilar
¿Podría pasar algo similar en España? Hemos contactado con varias compañías de alquiler de coches (incluyendo la propia Hertz que ha rechazado participar en este artículo), se desprende que desde un punto de vista legal sí sería posible en España bajo la manida fórmula que usan todos de "o coche similar". Que no ocurra es una cuestión de política de cada empresa de rent-a-car.
“La elección de nuestros clientes es lo más importante, por lo que no realizamos este tipo de prácticas”, nos asegura Estanislao de Mata Pérez, Vicepresidente Ejecutivo de SIXT España. “En el marco del servicio premium de asesoramiento que proporcionamos a todos nuestros clientes, si detectamos que un vehículo eléctrico se adapta mejor a sus necesidades, le ofrecemos la posibilidad de conducirlo aunque la reserva sea de combustión, pero en ningún momento entregamos un vehículo eléctrico sin previo aviso”.
Tampoco es que haya ofertas de coches eléctricos en todas las ciudades y sucursales de alquiler en España como para que pueda ocurrir un caso de eléctrico por sorpresa. “La demanda de coches eléctricos se concentra principalmente en grandes centros urbanos, como Madrid y Barcelona, pero también observamos un incremento de esta demanda en destinos vacacionales como Mallorca”, explica Estanislao de Mata Pérez, “aunque la tendencia está marcada y creemos que poco a poco se irá extendiendo a otros destinos”.
Entregar un eléctrico por las bravas a un cliente puede ser muy contraproducente, tanto para la compañía de alquiler como para la movilidad eléctrica en su conjunto. De ahí que, si la compañía de alquiler tiene un mínimo interés por su imagen asesore primero al cliente.
El personal de Sixt, por ejemplo, “ha recibido formación específica en el ámbito de los vehículos eléctricos para poder transmitir las ventajas y beneficios de utilizar este tipo de vehículos", asegura su Vicepresidente Ejecutivo para España. "Nuestro objetivo es ayudar a los clientes a tomar una decisión informada y confiada al elegir la opción de vehículo eléctrico que mejor les convenga”. Al final, la empresa se juega su reputación y la fidelización del cliente.
No hay datos fidedignos sobre el alquiler de coches eléctricos en España ni sobre cuántas unidades eléctricas posee cada compañía de alquiler. Por ejemplo, en Sixt hablan de un 22% de electrificados en su flota, lo que incluye los microhíbridos, híbridos y PHEV, así como los eléctricos. Algunas compañías tienen incluso menos.
De manera general, la oferta de los rent-a-car refleja la realidad del mercado actual. “Los coches eléctricos aún representan una minoría en comparación con los modelos convencionales. Este mismo escenario se presenta en Amovens, que cuenta con flota de coches eléctricos pero aún no representa un porcentaje muy destacable”, nos explica Alberto Bajjali, CEO de Amovens.
Esta compañía permite el alquiler de coches entre particulares en toda España, lo cual les da una perspectiva más directa sobre la realidad del parque móvil español. Y sí, reconocen que hay cierta demanda de coches eléctricos, pero “donde más oferta hay es en las grandes ciudades, como Madrid y Barcelona”.
Al otro lado del Atlántico, la situación es diferente. Hertz planea que el 25% de su flota de 500.000 vehículos sea eléctrica a finales de 2024 y se prepara para adquirir 330.000 coches a Tesla, Polestar y General Motors. El movimiento de Hertz se debe a unos costes de mantenimiento menores, así como una menor depreciación.
Las empresas de alquiler de coches como Hertz y su rival Avis Budget Group conservan esos coches más tiempo y, al menos por ahora, cobran un precio superior por muchos modelos eléctricos.
En España, al menos, es posible que el alquiler de coches eléctricos sea en algunos casos más caro que el de un modelo con motor de combustión, pero porque los eléctricos propuestos suelen estar en una categoría superior.
Aunque en ocasiones, alquilar un eléctrico es incluso más barato. Siguiendo con el ejemplo de Sixt, es más barato alquilar un BMW iX eléctrico que un BMW X5.
Es decir, en España, la disponibilidad de coches eléctricos en los rent-a-cars es todavía un asunto de imagen de marca debido a una demanda limitada a las dos grandes capitales y a algunos destinos turísticos muy frecuentados por la clientela del norte de Europa. Aun así, el movimiento está en marcha e irá a más.
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