La crisis en el sector automotriz está apretando las tuercas del gigante Daimler más de lo que se previó a finales de 2019, cuando el consorcio alemán anunció la eliminación de 10.000 empleos en todo el mundo hasta finales de 2022 debido a la inversión en el coche eléctrico.
Ahora es la pandemia la que, según la cabecera alemana Handelsblatt, va a obligar a Daimler a recortar 20.000 empleos -el doble- para ahorrar 2.000 millones de euros en costos de personal al año.
Los ajustes en la capacidad productiva "deberán continuar"
El grupo, que emplea a más de 170.000 personas solo en Alemania, podría despedir a 20.000 a nivel global para abordar una pérdida operativa de 1.682 millones de euros en el segundo trimestre. Aún así tilda de "positivos" los resultados preliminares para el segundo trimestre de 2020, pues de preveía una pérdida aún mayor.
"Nuestros esfuerzos sistemáticos para reducir el equilibrio de la empresa mediante la reducción de costos y el ajuste en la capacidad deberán continuar", ha dicho recientemente Ola Källenius, presidente del Consejo de Administración de Daimler AG y Mercedes-Benz AG.
En diciembre se anunciaron recortes para ahorrar hasta 1.400 millones de euros en gastos de personal para finales de 2022, pero según las últimas informaciones el fabricante va a sumar otros 600 millones en objetivos de ahorro.
Según el medio alemán, Daimler ofrece una buena prima por dejar la compañía, pero pocos la aceptan: "Hasta la fecha, menos de 800 empleados han aceptado una de las ofertas de indemnización por despido, jubilación anticipada o jubilación parcial", explica Handelsblatt en un profundo análisis.
Los ajustes en la capacidad de producción de las plantas de Hambach, Tuscaloosa y Aguascalientes han supuesto un coste de 887 millones, a lo que se suman otros 53 millones por "procesos judiciales" y otras medidas no especificadas.
Habrá que espera al 23 de junio para conocer los resultados trimestrales completos. Mientras tanto, todos los ojos están puestos en la planta francesa de Hambach, que Daimler ha puesto a la venta recientemente para llevarse la producción de los smart a China.
El movimiento podría provocar un choque diplomático con Francia. Bruno Le Maire, Ministro de Economía y Finanzas de Francia respondió de forma clara: "Con su anuncio, Daimler, consciente o no, entró en un conflicto que acaba de comenzar".
La solución podría darla Ineos, un fabricante británico que ve con buenos ojos las instalaciones de la fábrica de coches eléctricos -adaptada para SUV- para producir su 'copia' del Land Rover Defender fuera de territorio británico.
Todo apunta a que el trato llegará a buen puerto, aunque de desconoce el destino de los 1.600 empleados que trabajan en Hambach.
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