El Honda CR-Z presentado en el Salón de Ginebra es exactamente la versión que se pondrá a la venta en pocos meses. Se trata de un coupé de 2+2 plazas, que apostará por la deportividad y la tecnología híbrida, con una potencia de 124 CV y un consumo medio homologado de 5 litros a los 100 km.
Su diseño exterior de Kammback es algo impactante a primera vista, seguro que hasta que no circulen varias unidades por la calle no nos habituaremos a él. En su interior la posición de conducción es muy atractiva, con la disposición de los mandos orientados hacia el conductor y una instrumentación muy colorida, similar a la del Honda Civic.
La principal pega la encontramos en las plazas traseras mínimas, casi impracticables para un adulto. Su maletero no es excesivamente grande y va tapado por una pequeña cortinilla enrollable. La ventaja es que los asientos traseros se pueden abatir fácilmente desde atrás ampliando la capacidad del maletero.
Desde luego es un coche que invita a probarlo y que si mantiene la política de precios contenidos del Honda Insight puede conseguir colarse en las opciones de quien busque un coche bonito y exclusivo con un consumo muy contenido.
En Motorpasión | Honda CR-Z, llega el heredero híbrido del CRX