En la actualidad no solo la forma de desplazarnos se encuentra en pleno proceso de transformación. También sucede con ciertas tendencias de consumo como el reparto de comida a domicilio, que cada vez cuenta con más adeptos en España.
Por ello, la compañía Goggo Network ha anunciado que próximamente pretende llevar a cabo pruebas piloto en nuestro país con vehículos autónomos preparados para este fin.
En concreto, la start up fundada por Martin Varsavsky -creador de Jazztel- ha anunciado que tiene en marcha dos iniciativas: por un lado, pondrá a prueba un servicio de food trucks autónomos denominado Goggo Cart y por otro, testeará un servicio de reparto de comida realizado por vehículos automatizados que han sido creados especialmente para los núcleos urbanos.
Un futuro que podría estar cada vez más cerca
La conducción autónoma va más allá del coche eléctrico y se abre cada vez más a otras posibilidades como el transporte de mercancías, o incluso al envío de comida a domicilio.
Este servicio (también conocido como “delivery”) goza de gran popularidad en Estados Unidos, donde por ejemplo multinacionales como Domino's o Pizza Hut, ya están llevando a cabo pruebas de entregas de comida a domicilio automatizadas con vehículos específicos sin conductor.
En España prácticamente la totalidad de las empresas que se dedican a hacer envíos a domicilio -y más concretamente de comida-, a raíz de la pandemia mundial ocasionada por el COVID-19, han visto crecer exponencialmente su actividad y sus ingresos.
Así, Goggo Network, pretende adelantarse a la competencia y empezar las pruebas con vehículos autónomos el último trimestre de este mismo año, pero aún les queda mucho trabajo por hacer.
Tal y como ha declarado Martin Varsavsky, el objetivo de este proyecto es llevar la conducción autónoma al sector de la restauración en nuestro país “ayudando a los restaurantes locales a alcanzar el siguiente nivel del delivery”.
Los food trucks y vehículos de reparto autónomos
En cuanto al food truck, tal y como ha afirmado Yasmine Fage, copropietaria de la start up, “es un vehículo autónomo grande” que está preparado para conservar platos tanto fríos como calientes. En total, puede albergar hasta 100 objetos y soportar 400 kg de peso.
Está diseñado para cubrir una ruta preestablecida con paradas en los puntos donde tenga que dar servicio y en los restaurantes cercanos para abastecerse cuando se quede sin existencias, o para cambiar el menú. Los usuarios podrán consultar la ubicación del vehículo y el menú desde una aplicación móvil, que les permitirá pagar con 'contactless' y recibir el producto sin necesidad de intervención humana.
El food truck se moverá a una velocidad limitada de 10 km/h en zonas de tránsito, aunque puede llega a alcanzar los 30 km/h y está diseñado para operar incluso en condiciones climáticas adversas.
Una vez haya terminado la jornada, el vehículo autónomo tendrá la capacidad de devolver las existencias que hayan sobrado al punto de reabastecimiento, donde la compañía las gestionará de forma solidaria y sostenible. Después, se dirigirá a su estacionamiento para recargar la batería.
Los dos modelos que pretende probar la compañía en España están equipados con sensores para poder ofrecer una mayor seguridad en todas las direcciones. Además, junto con cámaras y una combinación de inteligencia artificial con algorítmica clásica avanzada, pueden detectar y evitar obstáculos como semáforos, peatones, ciclistas u otros vehículos.
Respecto a los vehículos autónomos de reparto a domicilio o “robots de reparto”, como los denomina Goggo Network, son más pequeños que los food trucks y el objetivo es que puedan encargarse tanto de realizar entregas de comida a domicilio como de reparto de la compra.
Tienen una autonomía de tres horas de funcionamiento y capacidad para transportar hasta 20 kg de peso. Además, según sus desarrolladores “se pueden desplazar a una velocidad máxima de 8km/h, la misma a la que lo hace un peatón”. Son capaces de distinguir carreteras, aceras, carriles bici, peatones, animales, vehículos, semáforos o señales de tráfico.
Dado lo pionero del servicio, además de los permisos necesarios para llevar a cabo las pruebas, es necesario contar con una normativa específica que aporte un marco jurídico en el que sea posible desarrollar esta nueva actividad. Los responsables de Goggo Network aseguran que llevan meses colaborando con las diferentes autoridades para avanzar en este sentido.
En el desarrollo de las ciudades inteligentes la conducción autónoma puede llegar a aportar ventajas de movilidad, pero también tiene “un gran potencial para ayudar a las empresas a evolucionar”, según Varsavsky. Quizá en un futuro no muy lejano en España, a los autobuses o taxis autónomos acaben por sumarse soluciones tan creativas como ésta. De momento, habrá que esperar para saber si las pruebas tienen o no luz verde.
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