Aunque cada vez son más los coches electrificados matriculados en España, seguimos marcando distancia respecto a nuestros colegas europeos, sobre todo en cuanto a infraestructura de carga, la eterna asignatura suspensa.
La Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac) advierte de que para que España pueda alcanzar los objetivos europeos del Fit For 55, debería tener instalados 45.063 puntos de recarga de acceso público en 2023. Es decir, el doble.
La red de recarga pública actual cuenta con solo 20.243 puntos operativos; un número muy alejado de los objetivos europeos, que apuntan nada menos que a 45.000 puntos de recarga para 2023, 91.000 en 2025; 300.000 en 2030 y 610.000 en 2035.
De estos, más de 11.600 puntos deberían estar en Madrid a finales de año, según la patronal. León, Cataluña e Islas Baleares lideran el ranking en cuanto a crecimiento de puntos de recarga; 2.155 más durante el primer trimestre de 2023.
Otro punto importante y en el que suspendemos es en la potencia de éstos. A cierre de 2022, de los 18.128 puntos de recarga de acceso público que tenía España, sólo el 3,8 % eran de recarga de alta potencia (≥ 150 kW), de acuerdo a los datos de ANFAC.
Así, España debería multiplicar por cinco su red de carga de alta potencia, que cuenta con 698 puntos.
El programa europeo Fit For 55 fija una reducción de emisiones del 55% y 50% para 2030, en turismos y comerciales ligeros, respectivamente. Y del 100% para 2035.