EEUU ha convertido en ley el Decreto de Reducción de la Inflación, un enorme proyecto de 430.000 millones de dólares encaminado a reducir, como su propio nombre indica, la galopante inflación del país y de paso impulsar la industria norteamericana.
Entre las medidas más polémicas está la de ofrecer ayudas a la compra solo a coches eléctricos que estén ensamblados en el país y que además la mayoría de las materias primas de la batería provengan de América del Norte o de sus socios. Una imposición que algunos fabricantes ya están asumiendo aliándose con países vecinos.
Que EEUU haya dejado fuera del esquema de créditos fiscales a cualquier coche eléctrico cuyo montaje final no haya salido de una fábrica en Norteamérica ha enfadado mucho a Bruselas y a países como Corea del Sur.
Tachada de "discriminatoria", la nueva y proteccionista ley ha borrado del mapa de ayudas a cientos de coches que anteriormente sí gozaban de ayudas a la compra.
Otro de los requisitos pone en aprietos a los fabricantes es la obligatoriedad de que la mayor parte de las materias primas y componentes de las baterías sean estadounidenses.
Un 'pequeño' inconveniente teniendo en cuenta que, por ejemplo, los coches eléctricos ya necesitan más cobalto que cualquier otra industria, y la mayoría proviene de la República Democrática del Congo.
Lo mismo ocurre con el litio de China, un país que ocupa el primer puesto como proveedor de baterías en todo el mundo, seguido de Corea del Sur.
Welcome to Canada, Chancellor! 🇨🇦🇩🇪 pic.twitter.com/oKhpwZcgrr
— Justin Trudeau (@JustinTrudeau) August 22, 2022
En este escenario, ya hay dos grandes fabricantes que se han puesto las pilas: Mercedes-Benz y Volkswagen han sellado acuerdos con Canadá para asegurarse las materias primas que necesita y que EEUU les exige para vender, como el níquel, el cobalto y el litio.
El Grupo Volkswagen afirma que su acuerdo con Canadá está diseñado para acortar sus cadenas de suministro en sus instalaciones estadounidenses, mientras que la firma de la estrella explorará vínculos con los sectores de minería y refinería de Canadá.
Según ha explicado Mercedes-Benz, "el litio solo se obtendrá de sitios mineros auditados según el estándar de minería de la Iniciativa para Garantías de Minería Responsable, lo que garantiza altos estándares ambientales y de derechos humanos".
Todo esto, con el medio ambiente de excusa, bebe de un sistema demasiado parecido al de China: si una empresa extranjera quiere poner una planta, deberá hacerlo a través de una joint venture con un socio chino.
De momento, Volkswagen plantea construir una nueva fábrica de baterías en Chattannooga, mientras que Mercedes-Benz ya fabrica baterías en los EUU en su planta de Alabama.
La incursión de los fabricantes en la esfera de la minería ha llegado tras una crisis de suministros que ha impedido el control en las cadenas de suministro. Fabricantes como Tesla están reduciendo casi al 0 la cantidad de litio y cobalto que compran a terceros, obteniéndolo directamente de las minas.
La firma californiana también quiere extraer su propio litio en Nevada, algo que sin duda ayudará a que sus coches califiquen para las ayudas en EEUU.