Cuando la próxima generación de Mercedes-Benz Sprinter llegue al mercado en 2018 lo hará en buena compañía. Aunque Tesla ha sido la primera marca en anunciar a bombo y platillo que lanzará un vehículo industrial, lo cierto es que será Mercedes quien lance la primera furgoneta grande 100% eléctrica. Y no, no será la Atieva Edna.
El encargado de lanzar esta afirmación ha sido el jefe de proyecto Sprinter, Ulf Zillig, quien a declaraciones a The Detroit Bureau dijo que si el mercado demanda una Sprinter de cero emisiones, la marca ofrecerá un modelo que satisfaga sus necesidades. A menos de dos años vista, una declaración así sólo puede suponer una cosa: que ya tengan listo (o casi) un modelo eléctrico.
De ser cierto, Mercedes-Benz (o su sub-marca paralela de vehículos eléctricos) daría un primer golpe sobre la mesa en el segmento de los furgones industriales grandes, yendo un paso más lejos de las versiones eléctricas de las NV200, Partner o Kangoo. Bien es cierto que ya hay en escena una Iveco Daily eléctrica pero, igual que ocurre con las otras furgonetas de menor cubicaje, su autonomía estaría varios pasos por detrás de las futuras Tesla y Mercedes-Benz.
Si nos centramos en la pugna de Mercedes-Benz contra Tesla, el fabricante americano produciría su primera furgoneta de carga sobre la plataforma del Tesla Model X, mientras que los alemanes tendrían a sus espaldas décadas de experiencia en la fabricación de vehículos de trabajo. Como si fuera una carrera de las Olimpiadas, ya se ha dado el pistoletazo de salida.
Este movimiento hacia la electricidad de Mercedes-Benz volvería a darse del lado de los vehículos industriales, dejando para más adelante la llegada de los turismos recargables. La división de vehículos de transporte de mercancías y personas de la compañía del Grupo Daimler es muy potente, pero además es un banco de pruebas y desarrollo magnífico para la acumulación de experiencia e información de cara a productos venideros.
Tal y como apuntábamos recientemente, todo apunta a que la marca de la estrella lanzará antes del final de la década los primeros SUV y berlinas cuando su tecnología de propulsión eléctrica haya madurado y sea capaz de ofrecer prestaciones y autonomía al nivel de lo que sus clientes demandan. Sólo habrá que ver bajo qué marca lo harán.