La sesión clasificatoria de esta mañana ha sido emocionante cuando finalmente ha empezado, pero mientras algunos elementos terminan el día satisfechos, otros lo harán particularmente decepcionados. Será el caso de Williams, que ha vuelto a sufrir una lluvia que anula su buen ritmo en seco. Felipe Massa ha terminado en décimotercera posición mientras que Valtteri Bottas ha sido décimoquinto pero saldrá décimoctavo por obstaculizar a Daniel Ricciardo. Decepción para los "chicos Martini".
Tras los enrenamientos de pretemporada en Baréin, Williams era percibida como la segunda mejor escuadra tras Mercedes. Cuando llega Australia, se confirma en los entrenamientos libres que el nuevo coche del equipo de Grove es competitivo pero una sesión clasificatoria en mojado fastidió sus opciones. En carrera, un accidente en la primera vuelta para Massa y un pinchazo tras golpear el muro para Valterri Bottas sellaron un inicio prometedor pero decepcionante.
El Williams FW36 parece perder todo lo bueno que tiene en cuanto el agua hace acto de aparición. Ya pueden realizar grandes vueltas y tener buen ritmo en los entrenamientos libres, que cuando llega el sábado y con él la lluvia (de momento esta tiene un 100% de efectividad en 2014) el coche pierde toda su garra. El propio equipo lo confesaba en Melbourne y se confirma con lo visto hoy. Quizás por eso ha sorprendido tanto el arriesgarse con neumáticos intermedios cuando todos los demás rodaban con los de mojado.
La primera parte de la sesión clasificatoria no les ha ido mal, pasando la Q1 en octava y novena posición. Todo hacía pensar que entrar en la Q3 era posible aunque el agua no sea lo mejor para la máquina blanquiazul (y con un poco de rojo, claro). Al final, el toque entre Daniil Kvyat y Fernando Alonso ha retrasado el avance de la sesión y con más agua en pista el FW36 lo ha pasado mal. Incluso Felipe Massa, que en los compases finales parecía que llegaba a la Q3, ha cometido un error en el último momento y se ha quedado fuera.
Para mañana, es complicado predecir lo que puede suceder sin saber exactamente si lloverá o no. Tanto podemos tener una carrera en seco como tener una carrera con la lluvia que hemos visto hoy, lo que podría causar el retraso del inicio del gran premio o incluso obligar la salida del coche de seguridad (¡o bandera roja!) por exceso de agua en pista. En Williams tendrán que adaptarse a ello. En todo caso, si llueve esperarán una carrera loca y si la prueba es en seco, tendrán que confiar en el saber hacer de sus pilotos. Inicio lento para un equipo del que se espera mucho más.