Con un doblete para la marca de Wolfsburgo casi asegurado en la jornada de ayer, todos esperábamos un paseo triunfal de los Volkswagen Polo R WRC de Sébastien Ogier y Jari-Matti Latvala en la última etapa del Rally de Portugal 2013. Sin embargo a punto estuvo todo de tornarse en pesadilla para los de Jost Capito por culpa de la mecánica, a pesar de lo cual Sébastien Ogier acabó logrando su tercer triunfo del año.
La razón fue un problema de embrague en el coche de Ogier en el primer tramo del día, Silves, donde además Jari-Matti Latvala veía cómo la transmisión de su coche fallaba y le dejaba en dos ruedas motrices para el resto del bucle, perdiendo la segunda posición a manos de Mikko Hirvonen y debiendo controlar los casi cuatro minutos de renta que tenía al inicio de la jornada con respecto a Evgeny Novikov, cuarto clasificado. Sébastien Ogier y Julien Ingrassia lograban reparar en el enlace hacia Almodóvar el embrague de su Polo, marcando allí un segundo scratch, tras Mads Ostberg, mientras que Latvala se dejaba tres minutos en el temible tramo de 52 kilómetros, manteniendo 41,4 segundos sobre Novikov.
De este modo, y tras Ogier, Hirvonen y Latvala, acababan los Ford Fiesta WRC de Evgeny Novikov y Nasser Al-Attiyah. Sexto en su debut con el Polo R WRC terminaba Andreas Mikkelsen, mientras que el abandono por problemas de motor de Dennis Kuipers favorecía a Martin Prokop, Mads Ostberg, octavo tras reengancharse el sábado gracias al Rally2, Khalid Al-Qassimi, y el vencedor en WRC Esapekka Lappi, décimo.
En WRC2, más allá del aplastante triunfo de Lappi con el Skoda Fabia S2000, Álex Villanueva sufrió problemas mecánicos en esta última etapa, mientras que Robert Kubica volvió a salir tras abandonar de nuevo ayer sábado, marcando cronos bastante respetables, cerca de Elfyn Evans, otro ilustre reenganchado, y acabando sexto tras sus dos abandonos (el puñetero Rally2...). En WRC3 y la monomarca Citroën, Bryan Bouffier confirmaba además su triunfo.