El ejemplar Max Mosley, presidente de la FIA, sigue sintiéndose apoyado en su cargo, pese a los numerosos desplantes que recibe allá donde se le permite ir, y ha anunciado mediante una carta dirigida a todos los presidentes de clubes de la FIA, que no piensa dimitir "a menos que lo pida una mayoría de miembros".
Se acerca la fecha del 3 de junio, en la que se celebrará una Asamblea General Extraordinaria en la que Mosley piensa proponer su continuidad hasta octubre de 2009, "dejando casi toda la representación pública de la FIA a los dos vicepresidentes".
Mosley se agarra a las negociaciones "de fundamental importancia para la FIA" que están actualmente en marcha, y sugiere que la transición se haga de una forma "gradual y ordenada para una nueva presidencia". Por cierto, entre las negociaciones están "el acuerdo por 100 años entre la FIA y los Titulares de los Derechos Comerciales de la Fórmula 1", y otro acuerdo comercial a largo plazo para el WRC.
Vía | Telecinco