Muchos esperábamos el regreso del rally polaco pero ciertamente la edición de este año ha defraudado, sobre todo tras el innecesario paso a Lituania que tuvo a los pilotos detenidos varias horas tras la cancelación de dos tramos y el recorte de uno de ellos. Más allá de la victoria de Sébastien Ogier, consiguiendo su precioso y redondo triunfo número cinco que le permite tener ya una ventaja de 50 puntos, pudimos ver un rally intenso durante las dos primeras etapas.
La batalla con Andreas Mikkelsen duró hasta que los frenos y los ataques del de Gap hicieron mella en las posibilidades del vikingo. Con Latvala muy lejos de la victoria y de un nivel mental aceptable y tras una nueva debacle del equipo Citroën y en concreto de Mads Ostberg, la cita polaca se quedó sin mayor historia. Gran resultado de los Hyundai que consiguieron su segundo podio y acabar con todos los coches en los puntos, mientras que los Ford Fiesta RS WRC demostraron estar aquí un paso por detrás del resto. Qué Dios los pille confesados en Finlandia…
