Modificamos levemente nuestro titular de la semana después del rally para hacer un pequeño homenaje a Sébastien Ogier y Julien Ingrassia. Y es que la pareja francesa ha demostrado un año más estar un paso por delante del resto, en este caso de Jari-Matti Latvala que ha sido el principal rival a la posibilidad de que el de Gap renovase su cetro mundial. Sin embargo, al finlandés se le dio por aprender a ganar en asfalto para olvidarse de conducir sobre tierra precisamente para la etapa mixta del decisivo Rally de Catalunya.
Tras sacar una importante renta sobre tierra, Ogier mantuvo la calma aunque hasta el momento en los instantes de tensión siempre se había mostrado bastante errático. Las dos etapas de asfalto no fueron suficientes para que un Latvala al ataque neutralizase la ventaja y los gritos y las camisetas con los colores franceses plagaron la carpa del equipo Volkswagen. Siete victorias de doce posibles, igualando hombres como Carlos Sainz, Marcus Grönholn, Walter Röhrl y Miki Biasion.
Y es que la carrera se le puso bastante bien a Ogier desde el primer día. El polvo en suspensión hizo que el tiempo que pudiera perder en la primera pasada por abrir pista no fuese una losa demasiado pesada para él. En el segundo bucle, con los tramos más compactados por el paso de los coches hacia que las cosas se igualaran más, sin embargo en ese momento la ventaja del galo era más que suficiente para ser gestionada en la decena de tramos que quedaban sobre el alquitrán.
Precisamente cuando el asfalto llegó fue cuando vimos brillar al invitado sorpresa, Mikko Hirvonen. Al piloto de M-Sport le ha venido bien el cambio de neumáticos de asfalto que ha realizado Michelin y al igual que el resto de pilotos que prefieren la tierra, el finés se ha amoldado rápidamente a este estilo de conducción. Tanto que llegamos a ver a un Hirvonen que recordaba al del pasado, a pesar de que ahora se esté hablando de la posibilidad de que tenga pie y medio fuera del Mundial.
Con los Hyundai i20 WRC sin entender todavía las gomas, estaba claro que el podio estaría entre los Volkswagen y algún "actor secundario". Tras el pinchazo y la penalización a Andreas Mikkelsen, la pérdida de ritmo de Mads Ostberg dejaba en bandeja el tercer escalón para Hirvonen. Dani Sordo se quedaba sin la opción de luchar por el tercer puesto también muy rápido. A pesar de ello, el cántabro demostró un buen ritmo sobre asfalto, recortándole gran parte del tiempo perdido con el piloto noruego de Citroën, y logró terminar como mejor piloto Hyundai, algo que seguramente se tendrá en cuenta a la hora de valorar su continuidad en el equipo.
No me gustaría cerrar el apartado WRC sin nombrar la aceptable actuación de Ken Block. El estadounidense llevaba mucho tiempo sin subirse a un World Rally Car y a pesar de ello logró llevar el coche a meta en décima posición aunque a más de 13 minutos de Sébastien Ogier. Después de sumar un punto en su casillero, Block se ha crecido y ya está deseando ampliar su programa para la próxima temporada y disputar el Rally de Finlandia.
Pero es precisamente en las otras categorías dónde hay mucho de lo que hablar. Empezando por WRC2, en la que Nasser Al-Attiyah sólo necesita una séptima posición para proclamarse campeón del Mundo en el próximo Rally de Gales. El qatarí conseguía su primer triunfo sobre asfalto por delante del francés Julien Maurin y conteniéndole una vez llegado el alquitrán. En cuanto a la DRIVE DMack, destacar la buena actuación de Nil Solans, que tras el inoportuno pinchazo de Tom Cave se llevaba la victoria en casa mientras que Pärn se proclamaba campeón y disputará el año que viene varios rallyes con un Ford Fiesta R5 de M-Sport. También los pilotos de la BK RMC dejaron el pabellón muy alto, estando en muchos tramos por delante de los de la monomarca mundialista.
