Era sólo cuestión de tiempo. Se veía venir. Lewis Hamilton ha conseguido su primera victoria en el Campeonato del Mundo de F1 en su sexta carrera y lo ha hecho un GP de Canadá que se recordará no sólo por su primer triunfo, sino también por ser una de las más accidentadas de los últimos años y por el terrible accidente que ha sufrido Robert Kubica.
Lo más importante. El piloto polaco de BMW Sauber sufre únicamente la fractura de una pierna. Y digo únicamente porque viendo el accidente todos nos hemos temido lo peor. Su escalofriante impacto con el muro y verlo después inmóvil dentro de lo que quedaba de su coche nos ha puesto los pelos de punta a más de uno. Afortunadamente, Kubica volverá pronto.
Pero volviendo a la carrera, Hamilton se ha impuesto en una carrera marcada por las cuatro entradas del coche de seguridad, que en determinados momentos le han beneficiado, y también, todo hay que decirlo, por los errores de Fernando Alonso, que en cambio se ha visto claramente perjudicadop en una de las entradas del safety car.
Con la nueva reglamentación, la entrada del coche de seguridad se convierte en una lotería, como muy bien ha explicado Alonso tras la carrera, y en esta ocasión el Campeón del Mundo no ha tenido suerte, ya que ha coincidido con unos de sus repostajes y el español ha sido penalizado con un 'stop and go'. Pero al margen de eso, hoy no ha sido el día de Alonso.
El piloto español ha comenzado a perder sus opciones de victoria en la salida, cuando al intentar superar a Hamilton se ha comido la primera curva y ha sido adelantado por Heidfeld. Después han llegado nuevos errores, eso sí, muchos de ellos motivados por la excesiva degradación de sus neumáticos. Pero bueno, quizás sea fuerte decirlo, pero Alonso ya se puede dar con un canto en los dientes con los dos puntos que se lleva de Montreal, ya que en muchos momentos parecía que no fuera a llevarse ninguna.
Por delante, Hamilton ha estado magistral. Cierto es que no ha tenido rival, que ha liderado la carrera de principio a fin, pero también que en su primera carrera en Montreal, ha dejado muestras de su enorme talento. El segundo puesto ha sido para Heidfeld, que nunca ha supuesto una amenaza para el británico, y el tercero para el Williams de Alex Wurz, que con el alerón trasero tocado durante toda la carrera ha logrado un sorprendente podio.
Meritoria también la cuarta posición de Kovalainen, su mejor resultado en la F1, y discreto quinto puesto para Raikkonen, que no ha logrado salvar los muebles para Ferrari en una carrera en la que Massa ha sido descalificado, al igual que Fisichella, por abandonar el pit-lane con el semáforo en rojo.
El sexto puesto ha sido para un espectacular Takuma Sato (Super Aguri), que ha adelantado en las últimas vueltas a Ralf Schumacher, octavo, y a Fernando Alonso. Eso sí, el japonés se ha aprovechado de montar en el último tramo de la carrera neumáticos duros, mientras la mayoría de sus rivales iban con los blandos.
Una carrera espectacular, emocionante y que nos deja a Hamilton como líder en solitario del Mundial con ocho puntos más que Alonso y quince más que Massa. Lo de Hamilton va en serio.