El Gran Premio de Azerbaiyán fue uno de los más caóticos en cuanto a organización de los últimos tiempos. Muchos fueron los problemas que surgieron durante el fin de semana, pero hubo uno que se llevó la palma por peligroso: las alcantarillas no fueron selladas durante los primeros entrenamientos libres.
En un circuito urbano como el de Bakú es de vital importancia sellar las alcantarillas para evitar que sean desplazadas al paso de los monoplazas. En Azerbaiyán no lo hicieron y las consecuencias fueron que el Williams de George Russell golpeó contra una de ellas, destrozando por completo el chasis y el fondo plano.
El promotor del circuito admite su culpa
Pues bien, el organizador del evento tendrá que indemnizar al equipo Williams por los daños ocasionados. Así lo ha anunciado Arif Rahimovi, promotor de la prueba, quien afirma que "es algo que nosotros no tendríamos que haber permitido como circuito". De este modo, no ha hecho falta ni tan siquiera abrir diligencia, ya que el propio circuito asume su responsabilidad.
"Hemos comprobado nuestra política de seguros y lo cubre al completo. Entendemos que nunca tenía que haber pasado y no fue a propósito. Les pedimos disculpas y les mandamos un ramo de flores. Queremos asegurarnos de que se solucione el problema lo antes posible, no en un año, porque necesitan este dinero", explicaba Rahimovi.
Este último asunto, el de los plazos de pago, es muy importante. El equipo Haas ya tuvo que ser indemnizado por un asunto similar en 2017, en el circuito de Sepang. Sin embargo en este caso sí que hubieron litigios y el pago al completo no le llegó al equipo estadounidense hasta un año después del incidente.
Es lo que se quiere evitar en este caso, dada la delicada situación financiera de Williams. El equipo, que incluso estaba escatimando en repuestos, tuvo que encargar un chasis nuevo para el coche de Russell debido al incidente. Un desembolso titánico para un equipo en muy mala situación financiera y deportiva.
Williams ha perdido esta temporada con respecto al año pasado tres importantes activos económicos, como era la aportación de Sergei Sirotkin, el patrocinio de Martini y, sobre todo, la vinculación con la familia Stroll, que ahora se ha marchado a Racing Point. Para colmo, Robert Kubica también se estrelló en la clasificación, lo que supuso otro impacto para el equipo.
El equipo Williams, el segundo con más mundiales de constructores de la historia, está en la peor situación de su longeva andadura por la Fórmula 1. De hecho muchos barajan que la única opción de supervivencia del equipo sería convertirse en filial de Mercedes. Un segundo equipo con mejor palmarés que el primero, así es ahora la Fórmula 1.
