Viendo que los Red Bull están en otro nivel, esta bien ver que Fernando Alonso pueda volver a convertirse en el primero del resto. O al menos a priori. El título ya está decidido, pero Ferrari sigue necesitando salvaguardar su honor. Algo que se les está complicado en las últimas carreras.
La clasificación comenzaba con bastante buena pinta. Alonso ha pasado con bastante solvencia las dos primeras sesiones a la sombra de los Red Bull. Con los neumáticos blandos, el piloto asturiano no tenía ningún problema en ir superando escalones sin demasiados problemas. Parecía que por primera vez Ferrari iba a estar en disposición de luchar por la primera línea. No nos engañemos, la pole seguía en otra dimensión, la dimensión Vettel.
Llegados a la definitva Q3, en Ferrari tenían otra idea. Al igual que hacían en Red Bull, los italianos optaban por dos estrategias distintas para sus dos pilotos. A Alonso le tocaba buscar el mejor tiempo con los neumáticos duros pensando en la carrera de mañana, tal y como hará Mark Webber, y como bien ha comentado en sus declaraciones tras la clasificación, llevar a buen puerto la teoría dependerá principalmente de sí los compuestos duros de Pirelli aguantan lo suficiente como para alargar la primera parada.
Una vez más, la degradación de los neumáticos, y su gestión, será fundamental a la hora de buscar el podio. Y para que todo esto tenga sentido, será muy importante rodar con poco tráfico que permita alargar la vida del primer juego de neumáticos lo máximo posible.
