Christian Horner teme que los sensores de combustible de la FIA puedan decidir las carreras si no se encuentra una forma más fiable de gestionar la situación que tenemos en estos momentos en la Fórmula 1. El próximo mes de abril se conocerá el resultado de la primera polémica del año y sabremos si Daniel Ricciardo sigue descalificado del Gran Premio de Australia o si es reinstaurado, lo que le devolvería la segunda posición en la primera carrera del año.
La descalificación se produjo por el exceso de flujo de combustible al motor. Según la FIA, el Red Bull RB10 del australiano excedió los 100kg/h, mientras que el equipo austríaco afirma que el sensor daba datos erróneos. Pero más allá incluso de este tema en concreto, Christian Horner ha pedido a los equipos y a la FIA que se reunan para debatir las implicaciones de la precisión (o supuesta falta de ella) del sensor de combustible.
En efecto, Horner tiene la sensación que si esto no se debate y se encara como es debido (varios equipos habrían apuntado la falta de precisión de los susodichos sensores), aquellos equipos cuyos sensores den unas lecturas "más favorables", podrían tener una importante ganancia en términos de rendimiento. En este caso, los sensores de la FIA estarían decidiendo las carreras de forma más que evidente y está claro que la Fórmula 1 no debe querer esto.
Debemos encontrar una forma mejor, especialmente cuando los márgenes son tan finos y el cambio en rendimiento es tan significativo. El calibrado del sensor puede determinar tu competitividad, lo cual está mal. Los equipos acabarán comprando centenares de sensores, como ya han hecho algunos fabricantes, para intentar montar los mejores en sus coches. Entonces, acabaríamos como en el karting, donde buscas el mejor carburador para sacar ventaja. No creo que esto sea una forma aceptable de ir hacia adelante.
Horner insiste en que la FIA y los equipos deben llegar a un acuerdo que deje a todo el mundo satisfecho en que las lecturas de los sensores de combustible son tan precisas como puedan ser. El británico va más allá y asegura que los sensores de algunos coches ni siquiera funcionaron en Melbourne, implicando que les falta también robustez y fiabilidad. Por ello, quieren encontrar la forma de tener más confianza en las mediciones de la FIA.
La opinión del siempre hablador Christian Horner es que hay demasiado en juego en la Fórmula 1 como para tener que lidiar con un sensor que no da datos exactos y que no es fiable. También cree que con el dinero que se gasta en la categoría, debe haber una forma mejor de medir este caudal de combustible que el actual. Sugiere que quizás la manera sería hacer como en los aviones, usando tres sensores. En este caso, si uno solo de ellos tuviera una medición exagerada, contarían los otros dos. Lo que está claro es que para un tema que trae tanta cola, los equipos y la FIA deben ponerse de acuerdo ya que nadie quiere una temporada manchada por una polémica así.
Vía | Autosport.com