Dime detrás de quien te toca hacer tu primer stint y te diré la posición a la que puedes aspirar en la carrera. Esa sería la conclusión más destacable que uno puede sacar del pasado Gran Premio de Alemania. Lo cierto es que esta película la llevamos viendo constantemente en los últimos años, pero el todopoderoso KERS que llegaba para facilitar los adelantamientos se ha convertido exactamente en todo lo contrario: en el recurso antiadelantamiento para monoplazas lentos.
El KERS está provocando que coches que en teoría son más lentos en el vuelta a vuelta en carrera sean capaces de escalar un buen puñado de posiciones en la salida para taponar a otros monoplazas que, pese a ser mucho más rápidos, ven como el monoplaza con KERS usa el botoncito para defenderse en los ya de por sí pocos puntos de adelantamiento a lo largo del circuito. El resultado final de este pequeño gran detalle es que un piloto que recibió un drive-through en un pit lane de los largos fue capaz de ganar la carrera pese a la penalización. Sea dicho de paso que para nada desmerezco el trabajo de Mark Webber, que más que hacer un carrerón - de esos lleva ya unos cuantos este año - vio por fin como su esfuerzo en pista se convertía finalmente en esa ansiada primera victoria. Pero seamos realistas, el trabajo taponador de Massa y Kovalainen en el agónico primer stint para Button y, muy especialmente, Vettel, fue la clave indiscutible de una victoria que en condiciones normales se hubiera ido al garete por culpa de esa penalización.
Parecía que el increíble Jenson Button que nos había sorprendido a todos con una ejecución ejemplar en carrera de lo que toca hacer sobre el papel volvería a escena cuando se quitó rápidamente de enmedio a Massa, pero no pudo hacer lo mismo con Kovalainen, y allí empezaron sus problemas. La estrategia a tres paradas para los Brawn, de nuevo con problemas de agarre por las bajas temperaturas, hizo el resto, y el paddock se empieza a preguntar si el equipo que ha llegado hasta aquí con el dinero de Honda podrá aguantar el tirón en esta segunda mitad de temporada. Por cierto, que casualidad que cuando parecía que Barrichello volvería a superar a Button en carrera, el brasileño tuviera problemas en su repostaje que le costaron la plaza con Button.
El papel de Ferrari en Alemania fue, nuevamente,agridulce. Un Felipe Massa que parece haberse comido ya por completo a Raikkonen dentro de la Scuderia logró llevar a su Ferrari a una sensacional tercera posición, regresando a un podium que no pisaba desde aquella inolvidable carrera en Brasil. E insisto: Felipe Massa ha llevado al Ferrari a esa tercera posición, porque creo que el coche no está todavía para el podium, pero Massa supo mantener a raya a todo el que le venía por detrás, y el premio fue merecido. Por cierto, hablando de premios, de nuevo Nico Rosberg hace una gran carrera y se queda en una cuarta posición que parece pasar inadvertida para muchos, pero que viene de haber ganado 11 posiciones en carrera, tras salir el 15º en parrilla.
Una de las grandes alegrías del Gran Premio, sin embargo, fue ver como Fernando Alonso volvía a rodar constantemente más rápido que nadie, llevándose de paso la vuelta rápida en carrera con un tiempazo. El problema es que entre el error del sábado y la mala salida (extraordinaria si tenemos en cuenta que la hizo con el embrague de su R29 roto) hizo que esas increíbles vueltas fueran sólo para consolidarse en la séptima plaza. Lo más importante, sin embargo, es que el R29 parece haber recuperado un gran ritmo de carrera, que tendría que llevar a Alonso donde se merece en este final de campeonato. Otro que parecía estar de vuelta, Lewis Hamilton, sólo aguantó una curva luchando delante. La verdad es que fue una auténtica pena, porque Hamilton hubiera sido un gran animador de esa cabeza de carrera.
Toca hablar de una de las escuderías que se confirma como una de las más mejoradas respecto al año pasado: Force India. Habrá que ir teniéndolos en cuenta de vez en cuando en la lucha por los puntos, porque es realmente increíble ver cómo van Sutil y Fisichella con un coche que no hace tanto era un auténtico hierro. Por cierto, carrerón de Sutil que volvió a ver como volaban sus opciones de puntos en un choque con Kimi Raikkonen. No veo tan claro que la culpa fuera de Kimi, y en cualquier caso, creo que Sutil podría y debería haber evitado ese toque teniendo en cuenta que tenía un buen ritmo y estaba más cerca que nunca de coger puntos.
Para terminar, tengo la sensación de que el Mundial ha alcanzado un punto de emoción e interés impresionante. Parece que el gran dominador hasta ahora, Brawn GP, flojea ligeramente a medida que Red Bull se va creciendo, y soñar con un final de campeonato apretado es cada vez más factible. Además, Ferrari, McLaren e incluso Renault dan señales inequívocas de que la cosa va mejorando, y en cualquier momento podemos volver a verlos ahí arriba. Y llega Hungaroring, un Gran Premio tradicionalmente aburrido si la lluvia no hace acto de presencia, pero en el que el sofocante calor que suele hacer nos puede dar la medida exacta de cómo están las fuerzas en esta interesante lucha Brawn-Red Bull.
