Fernando Alonso ha recordado hoy que la salida es siempre el momento más importante y delicado de una carrera. Pues bien, mañana, en el Gran Premio en el que se decidirá el título mundial, esa máxima se cumplirá más que nunca.
La configuración de la parrilla que nos ha brindado la sesión de calificación del GP de Brasil, deja a Lewis Hamilton en una situación bastante delicada. Con los dos Ferrari por delante y la inesperada intrusión de Trulli, Hamilton saldrá cuarto, pero por detrás tendrá a Fernando Alonso, a los Toro Rosso - con motor Ferrari - y al BMW de Nick Heidfeld, todos ellos con cuentas pendientes con el inglés y sabedores de que no puede cometer ningún error en la salida.
Los primeros instantes de la carrera de mañana pueden marcar el Gran Premio, tal y como sucedió el año pasado cuando Hamilton se picó con su entonces compañero Alonso y perdió varias posiciones en la primera vuelta. Entonces Hamilton salía segundo, por detrás de Massa y falló.
Hoy también lo ha hecho, porque si bien es cierto que Hamilton no necesitaba la pole, los dos errores que ha cometido en la curva 2 y 4 en su penúltimo intento en la calificación delatan que el británico, como no puede ser de otra forma, está nervioso. Y no tanto por lo que tiene delante, los Ferrari, sino por lo que le viene por detrás. Estoy seguro de que tanto Alonso, como Vettel y también probablemente Heidfeld intentarán aprovecharse mañana en la salida de la presión que soportará Hamilton.
Y no debemos olvidar de otro factor que podría marcar la salida de mañana y también la carrera: la lluvia. Aunque la previsión meteorológica acertó ayer, hoy no se ha visto ni rastro de lluvia, pero para mañana sigue habiendo probabilidades de carrera en mojado. De ser así, cualquier pronóstico sería 'papel mojado'. Mañana puede pasar cualquier cosa.