El director técnico del equipo austriaco manifestó que los cambios en el reglamento, sobre todo los que se enfocan en los escapes, se hicieron para ponerle fin al sistema que aplicó para que los gases aumentaran la carga aerodinámica en la parte posterior de sus monoplazas. Esta temporada, será obligatorio un único tubo de escape cuya ubicación será en ángulo hacia arriba, de allí que Newey argumente que tal medida se implementa para perjudicar a Red Bull.
El exitoso diseñador además señala que las restricciones y otros cambios como el diámetro del alerón delantero, que ahora será más estrecho, y la ubicación del nuevo motor V6 Turbo y sus accesorios representan un problema para el equilibrio y la estabilidad de los coches. Según su opinión, será complicado dar el salto de una temporada a otra porque no hay punto de comparación posible si antes se iniciaba un diseño partiendo de un tradicional motor V8 aspirado.
Sin dudas, el nuevo reglamento perjudica a Red Bull, con las restricciones no se producirá ningún efecto con los gases de escape, algo que no entiendo porque la utilización de un turbocompresor producirá más energía y eso había que aprovecharlo. En este caso no se hará nada con ello. Probablemente hemos hecho un trabajo mejor que nuestros competidores en el desarrollo del sistema de escape y ahora el nuevo reglamento nos impide aplicarlo, así que lamentablemente nos arriesgamos a perder. Otro gran problema será particularmente el alerón delantero estrecho, 100 mm del ala frontal no suena mucho, pero en realidad es un gran cambio, ya que pone la placa terminal en el centro de la rueda delantera, así que creo que en el lado aerodinámico para aprovecharlo en una recta va a representar un gran desafío. También hay que prestar atención a la ubicación del motor. El V6 turbo más las otras unidades de potencia, serán una bestias muy complicadas para albergar. Es una especie de dos o triple salto en la complicación en comparación con la instalación de un V8.
Vía | planetf1