Subastas de automóviles hay miles cada día, como también existen ya decenas de Ford Bronco customizados. Pero este jueves, Barrett-Jackson acogerá en su evento de Scottsdale -Arizona, EEUU- las pujas por el Bronco Pope Francis Center First Edition. Una pieza única cuya venta irá destinada íntegramente a la beneficencia.
Este one-off surge de la colaboración entre Ford y el Pope Francis Center, una institución jesuita que ayuda a los sintecho de Detroit proporcionándoles cobijo y alimentos. Se basa en el actual Bronco de batalla larga y cuatro puertas pero presenta una detallada personalización que rinde homenaje a la primera generación del modelo, lanzada allá por 1966.
En apoyo de los más desfavorecidos
En aquel entonces, la Ciudad del Motor se encontraba en su pleno apogeo. Hoy, sin embargo, las antiguas zonas residenciales de los trabajadores de las fábricas son páramos abandonados. Mientras, en el centro urbano un notable porcentaje de sus habitantes vive en la más absoluta pobreza sin empleo ni hogar.
Desde 1990, el Pope Francis Center ofrece a este colectivo un techo, comidas calientes y los medios necesarios para encontrar un puesto de trabajo y mejorar su situación personal. Su actual nombre está inspirado en la lucha que mantiene el Papa Francisco I contra la pobreza.
El director de la institución -el reverendo Timothy McCabe- ha colaborado con el equipo de Ford Vehicle Personalization en el diseño del proyecto, ayudando a definir la temática y seleccionar los colores. Prueba de dicha colaboración es el emblema distintivo presente en las aletas delanteras, el cual engloba el logotipo del centro.
Una estética cargada de historia
La personalización toma como base una unidad First Edition de batalla larga -donada por un concesionario local- aplicando sobre la misma un enfoque claramente retro. Éste comienza con el color, siendo el elegido el Blanco Wimbledon procedente de la paleta original del primer Bronco. Esta tonalidad se combina con unas finas líneas en rojo que recorren el capó y el borde inferior de los laterales.
Otros detalles que evocan el origen del modelo son las llantas, realizadas a medida en chapa por Detroit Steel Wheels y con el mismo patrón de la carrocería. Algo parecido sucede con la parrilla frontal y su barra protectora, que adoptan un tono plateado. El conjunto se completa con varios elementos más modernos como las luces auxiliares en Led y, por supuesto, los imprescindibles neumáticos offroad.
Por dentro el blanco domina el salpicadero, la tapicería y los paneles de las puertas. También el rojo está presente, en pequeñas dosis que se reparten entre los aireadores, los asideros y los bolsillos portaobjetos.
Por último, junto con el vehículo el ganador de la subasta recibirá varios accesorios originales como una funda protectora o unas curiosas puertas tubulares que pueden montarse fácilmente reemplazando las originales.
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